El presidente de la cooperativa barilochense tiene un apellido con estirpe en Bariloche porque es de los Goye de Colonia Suiza, aunque no hace curanto ni chocolate. Segunda generación de nacidos en la ciudad, este contador público nacional cuenta 50 años y hace 26 que tiene su estudio.

-¿Tienen relación con otras cooperativas eléctricas de la zona?

-Tenemos contactos con la de Río Colorado, con CALF de Neuquén y algunas del Chubut.

-¿Y cómo observa la realidad de las cooperativas del interior luego del golpe que significaron las reformas de los '90?

-Con muchas complicaciones, como ha tenido la nuestra. En el caso de la provincia de Buenos Aires, la Dirección de Obras y Servicios Públicos ha reconocido hace tiempo que las cooperativas incorporen cargos tarifarios para, por ejemplo, la expansión de redes y demás. No hablamos de las grandes privatizadas, que han tenido sus ajustes tarifarios vía la Uniren, sino de otras cooperativas que han tenido alguna forma de hacer sustentable esto que está escrito en la ley, que no puede ser de otra manera que a través de un ajuste o de un cargo tarifario. El sistema se ha ido enderezando y todo indica que tanto en lo nacional como en lo provincial se va a ir haciendo un reacomodamiento de tarifas.

-En muchos lugares eso depende de decisiones políticas y no técnicas.

-Creo que se pueden hacer las mejores propuestas tarifarias, y a veces esto tiene algún grado de modificación desde la faz política.