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Variables a tener en cuenta

Si bien las mermas en la cosecha observadas en la UE-25, así como la distribución de las pérdidas por variedad, son señales más que positivas para el sistema frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén, hay variables que todavía falta definir para saber cómo evolucionarán nuestras exportaciones en ese destino.

Tres son las variables a tener en cuenta, entre otras tantas, para esta temporada:

" La evolución del conflicto entre la UE y Rusia. Como mencionamos la semana anterior en este mismo suplemento, el problema entre estos dos bloques económicos es más bien geopolítico y la fruta sólo acompaña la problemática como un producto secundario más. Factores reales de poder como la distribución de energía que vende Rusia a la UE, el ingreso a la OMC y el conflicto armado en Georgia son los temas que hoy se debaten en el seno de estos dos bloques.

Rusia impuso esta temporada restricciones en los límites de residuos en la fruta que importa. Según los técnicos de Bruselas, estos requisitos son imposibles de cumplir. Hasta ahora, las inspecciones en frontera sobre las peras de la UE que se destinan al mercado ruso no han resultado en rechazos masivos, algo que no deja de ser una buena señal para el hemisferio sur, ya que se presume que los controles para la oferta exportable de contraestación no serán tan estrictos como se decía en un primer momento. Pera nada está definido todavía con este mercado; esto quiere decir que las condiciones flexibles que hoy existen en frontera se pueden volver rígidas para el hemisferio sur sin previo aviso.

" Menores márgenes de rentabilidad. En este punto hay que considerar dos ítems. El primero de ellos es la evolución de la moneda comunitaria; en la medida en que continúe cediendo a las presiones del dólar, como ha venido sucediendo en los últimos meses, caerán las utilidades y los retornos que percibirá el exportador. El segundo tema son los costos internos. La presión de los salarios, sumada a los precios en ascenso de algunos insumos que se traen del exterior, permite entrever menores ingresos reales para la fruta.

" Producción local. Habrá que esperar hasta diciembre para conocer los volúmenes tentativos de cosecha del Valle de Río Negro y Neuquén. Si las heladas no afectan sensiblemente las chacras de la región y se mantienen los niveles de cosecha promedios de los últimos años, el sistema frutícola presentará buenas perspectivas para la temporada que se avecina. En la medida en que existan mermas en las cantidades la situación puede complicarse, fundamentalmente de la mano de los altos costos de producción que presenta el sistema.



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