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Suben los precios, cambian los hábitos

SAN FRANCISCO (DPA).- Aun en un estado tan amante de los rodados como California, los automóviles que consumen mucho combustible, lanzados al mercado en las viejas épocas en las que la gasolina se vendía por precios irrisorios, han pasado a ser un incordio para el ciudadano. Desde que los surtidores marcan precios que duplican la tarifa de gasolina del 2005, son cada vez más los conductores que se despiden de sus vehículos, aunque el coche hasta ahora haya sido todo un símbolo del estatus social.

"Se ha acabado el romance", cuenta el ingeniero informático John Forsythe al diario "New York Times". "Es hora de separarse." Este hombre de 31 años de San Francisco considera que no vale la pena dejar que 100 dólares fluyan en el tanque de su enorme todoterreno.

Eric Tolliver tiene un Chevy Avalance, pero ya casi no lo saca del garaje. Y las reuniones con el club de fans de los viajes a toda velocidad han quedado en el pasado. "Todos quieren ahorrar el dinero que gastan en gasolina, por eso ahora chateamos en lugar de encontrarnos", se lamenta el estadounidense.

¿Rechazan los coches en un país en el que prácticamente no se puede llegar a ninguna parte sin tener uno? La frustración que provocan los precios del combustible, en frenético aumento desde

comienzos de año, ya se ve reflejada en las estadísticas. Según las autoridades de tránsito, en junio los ciudadanos estadounidenses a nivel nacional condujeron 19.600 millones de kilómetros menos que en el mismo período del año anterior, es decir: un 4,7% menos. Normalmente en verano "a la gente le gusta dar vueltas por ahí y divertirse, a excepción de este año", comenta el portavoz de la oficina de Transporte Doug Hecox, aludiendo a la falta "en masa" de vehículos.

Son cada vez más los californianos, acérrimos defensores de la circulación en coche, que dejan sus rodados en casa. En una encuesta reciente, un 78% de los consultados declaró pasar menos tiempo al volante. Sobre todo en las ciudades grandes el sistema de transporte público está registrando un aumento.

En julio, la red de tranvías en los suburbios de San Francisco tuvo un aumento de pasajeros del 6% en relación con el mismo mes del 2007.

Los tranvías "Metrolink" de Los Ángeles batieron nuevamente un record al contar con más de 50.000 pasajeros en un sólo día, lo que significó un 15,6% más que el mismo día del año anterior.

Tras el shock de la crisis del petróleo de los '70, las medidas de ahorro que se tomaron inicialmente quedaron rápidamente en el olvido una vez que los precios volvieron a descender y los consumidores estadounidenses recayeron en sus viejas costumbres.

El mercado estadounidense se adapta a los valores de los combustibles.

Los autos fueron un símbolo de estatus social, pero no a cualquier costo.



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