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Dos gritos, un punto

Lo ganaba Independiente, pero en el último minuto igualó la Academia.

Con el corazón más que con fútbol, Racing logró ayer en el último minuto el empate en el clásico ante Independiente, que se había puesto en ventaja en la única llegada que tuvo en el partido. Racing sometió a Independiente en los primeros minutos de juego, pero lo que pudieron haber sido goles, se terminaron siendo bloopers de Pablo Lugüercio.

La Academia entró fácil por las bandas, con Moralez por la izquierda y Prichoda por derecha y el sistema de tres en el fondo a Independiente le complicó la existencia. Con cambios de ritmo y algún que otro toque, Racing dominó, pero Lugüercio falló. Primero fue un centro de Prichoda que el ex Estudiantes estrelló con un cabezazo la pelota en el travesaño. Minutos después, otra jugada similar en la que Prichoda con un cabezazo anuló la salida de Assmann y Lugüercio, con los siete metros y moneda que tiene el arco libres se estiró pero su cabezazo salió junto a un palo.

También Racing mostró buen toque en los tres cuartos como cuando trianguló con Moralez, Lugüercio y Zuculini. Independiente soportó la embestida y con el paso de los minutos fue emparejando la situación.

Mareque aparecía siempre solo por izquierda y no era aprovechado por Independiente, hasta que a los 40 lo tuvo en cuenta y en un contragolpe tomó distancia de Mercado, sacó un disparo no tan fuerte que el debutante Pablo Migliore dio rebote y Montenegro empujó al gol.

Para la segunda parte entró Adrián Calello por Federico Higuaín, y más tarde Lionel Ríos y Freddy Grisales por Darío Gandín y Leonel Núñez. Así terminó con la línea de tres que tantos problemas le produjo al principio, puso dos líneas de cuatro y a Montenegro como el hombre más adelantado.

Llop hizo todo lo contrario: metió más gente en el campo rival y priorizó ese esquema por más de haber sacado a Prichoda, uno de los mejores jugadores del primer tiempo, y en su lugar puso a Juan Sánchez Sotelo, hizo salir a Adrián Lucero e intentó con Leandro González.

Se moría el partido cuando Racing igualó. Mercado mandó un centro frontal que peinó Sánchez Sotelo y con la defensa de Independiente mal parada, dejó a Sosa habilitado para fusilar a Assmann. Los chicos volvieron a salvar a Racing pese a seguir sin ganar y en zona de promoción, mientras que los nuevos volvieron a faltar a la cita, como Lugüercio y Migliore, que falló en la única pelota medianamente exigente que llegó sobre su arco



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