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Maestros rionegrinos: Luis Beltrán Mercado, fundador

Lograr maestros con título destinados a escuelas para los territorios nacionales patagónicos -creadas o a crearse- era tarea descollante del Consejo Nacional de Educación, principalmente a fines del siglo XIX y comienzos del XX, pero en esta última época apareció la figura de Raúl B. Díaz, inspector general de Escuelas de Territorios, gran impulsor de la escuela pública en las provincias argentinas. Ojo y olfato en la elección de mujeres -pocas- y hombres para las huellas de Sarmiento. Por entonces, decir "escuela" en la Patagonia era adentrarse con cierto eufemismo en paredes de adobe, techo de paja, tierra virgen de piso y huecos en función de puertas y ventanas como especial recibimiento para el destinado maestro, o fabricar adobes y demás.

Parecido panorama le tocó vivir inicialmente a Luis Beltrán Mercado, nacido en Catamarca (1884), quien había obtenido el título de maestro normal en la Escuela Normal Regional de Maestros de aquella capital. Su diploma lo había firmado Adolfo Castellano.

Primer destino docente, maestro de tercera categoría en la Escuela Nº 28 de Frías (Santiago del Estero) por 1907. Allí, además, fundó un club atlético y literario y a fines del mismo año "se le ofreció el puesto de visitador de escuelas en su provincia natal, que no llegó a desempeñar debido a un brusco cambio de autoridades". Tras reorganizar la escuela de Huillpina (Catamarca) por decisión del Consejo Nacional de Educación, seguidamente el organismo educacional nacional lo nombró director de la Nº 3 de Cabo Alarcón, en territorio neuquino a cuya estación ferroviaria "llegó el 6 de octubre de 1907 a las 7 y 45 hs de la noche". Tras penosa marcha arribó a la escuela, que estaba clausurada y que reabrió. Pasaron solamente tres meses y se le encomendó crear una primaria en la colonia Picún Leufú.

Las manos del maestro catamarqueño anduvieron -con las de algunos vecinos- mezclando barro y chilca y en las cercanías plantaron el mástil de ciprés para la bandera, lo necesario para ostentar la Escuela Nº 4, mojón a cuyo alrededor se fueron agrupando vecinos que intentaban sacarles riqueza a las tierras aledañas a los ríos Limay y Picún Leufú. Y vivir. Por entonces algunos primeros pobladores del valle del Limay y Picún Leufú fueron "Segundo Rodríguez, español, comerciante; Nicanor Fernández, comerciante, hacendado y terrateniente; Domingo Fernández, español, comerciante, terrateniente; Eusebio Astigarraga, empleado, jefe de la Oficina Correos y Telégrafos, hacendado; Teodoro Lizurume, argentino, hacendado; Félix Lizurume, argentino, hacendado; Clodomiro Soteras, argentino, hacendado, terrateniente; Esteban Soteras, argentino, hacendado, terrateniente; Justo Zapata, agricultor, chileno; Simón Jalil, árabe, comerciante; José Fernández, español, comerciante; Remigio Boschi, italiano, mecánico; Pedro Suárez, empleado, argentino; Francisco Ortiz, chileno, agricultor; Nicanor Seguel, chileno, agricultor; Juan Valdez, argentino, tropero" y otros.

En ese pueblito neuquino instaló su historia docente de fundador y algo más. Con la ayuda de vecinos levantó el edificio escolar y obtuvo el primer reconocimiento por parte del inspector Raúl B. Díaz en nota de 13 de julio de 1909: "Los esfuerzos que usted ha hecho para allanar las dificultades inherentes a la instalación y marcha regular de la escuela de este punto, ponen de relieve su personalidad de maestro y lo hacen acreedor a la consideración especial de esta Inspección. Así es y así debe ser el maestro en doble desierto geográfico-social: constructor, fuerte de cuerpo y alma, fervoroso en el ideal, envuelto en doble llama, una que se levanta desde el fondo de su alma y otra que baja hacia él desde el cielo y la Patria. Nadie ni nada lo detiene. Es el que triunfa".

Luis Beltrán Mercado había permanecido "en Cabo Alarcón desde el 20 de octubre de 1908 en que reabrió la Escuela Nº 3 (incendiada) hasta el 16 de febrero de 1909". A mediados de diciembre de 1908 había recibido un telegrama del inspector seccional Gregorio Lucero expresando: "Deseando formar verdadera Escuela Colonia Picún-Leufú, ruégolo acepte su traslado" (sic). Contestó favorablemente.

En su nuevo destino el maestro catamarqueño "ocupó el campo que se llamaba Esquina Nueva de Villa Abrille, desde el año 1909, donde Domingo Alta Sierra con su padre le construyeron en 1912 una casa de Piedra y Barro... que sirvieron de habitación" al maestro "y donde funcionó durante unos años la Escuela Nº 4, que él fundara, ocupada mucho más tarde por el poblador Alberto Astigarraga" (sic).

Fue poblador de dicho campo, conocido como "Esquina Nueva" -lotes 31 y 32 de la sección VIII, departamento Picún Leufú-, desde 1909 y acompañó su tarea docente con otras iniciativas para los colonos como "mediante un canal y un antiguo motor Rugby elevar el agua cristalina del Limay desde profundos pozones que sobre la costa existían en el lugar denominado La Península, donde más tarde hizo colocar un monolito de piedra". Además, juez de Paz suplente según decreto del PEN de marzo de 1910 (departamento Picún Leufú) y por otro período, a partir de julio de 1912.

Luego de permanecer más de veinte años en ese lugar fue trasladado en 1927 a la "Escuela Superior de General Roca" (Río Negro). En 1932 compró un campo de 61 hectáreas y al año siguiente otro de 288 y donó parte de esas tierras para Juzgado de Paz, iglesia, municipalidad, cementerio, comisaría, correos y sala de primeros auxilios y la manzana Nº 14, al Consejo Nacional de Educación, destinada a la escuela Nº 4, actualmente cabecera Nº 167, lo mismo que tierras para calles, de acuerdo con el loteo efectuado por el agrimensor Onofre N. Quaini, completando el trazado de manzanas y lotes.

Los trámites iniciados en mayo de 1940 en el Ministerio del Interior -dado que Neuquén era territorio nacional- a fin de legalizar las donaciones culminaron con el decreto 79.488 de 12 de diciembre de 1940 expresando: "Artículo 1º. Apruébase la fundación de un pueblo que se llamará Picún Leufú, efectuada por Don Luis Beltrán Mercado, en tierras de su propiedad, situadas entre los lotes 32 de la Sección VIII y 2 de la Sección XVII del Territorio Nacional del Neuquén, conforme a los planos de fs. 3 y 41 que también se aprueban. Art. 2º. Acéptase, sin cargo, la donación ofrecida por el mismo señor Mercado, de las siguientes fracciones de tierra en el referido pueblo...". Firmaron el decreto el vicepresidente de la República en ejercicio del Poder Ejecutivo, Dr. Ramón S. Castillo, y el ministro Miguel J. Culaciati.

Con motivo de la obra El Chocón y del embalse Ramos Mexía, durante el gobierno de Felipe Sapag el pueblo fue trasladado a su actual emplazamiento a orillas de la Ruta Nacional 237.

Luis Beltrán Mercado, el catamarqueño fundador, murió en Buenos Aires trágicamente en un accidente ferroviario el 19 de agosto de 1960. Estuvo casado con Clara Matilde Lhez (26/10/1918) y tuvo dos hijos, Luis Antonio y Abel -este último, también docente, ejerció en la escuela de Picún Leufú-; después de su unión con Justa Reyes, fueron también sus hijos Dora Josefina y Carlos Alberto.

 

HÉCTOR PÉREZ MORANDO (*)

(*) Periodista. Investigador de historia patagónica

 

Bibliografía y fuentes principales: Mercado, A.: Un pionero", 2004. Mercado, L.: "Pueblo", 1944. Revista "Aquí nosotros", segunda fundación, 1971. Torres, F.: "Frontera neuquina", 1942. Ríos, C.: "Reseña", 1980. Pérez Morando, H.: "100 años", RN, 2005. Delfino, A.: "Miscelánea", 1968. Aporte oral de Elda Raquel B. de Mercado, 2008. Archivo del diario "Río Negro". Biblioteca Patagónica (VECh) y otros.



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