NEUQUÉN (AN).- Maronese festejó ayer, en casa y con su gente, la segunda consagración en el fútbol neuquino. El “Dino” se acostumbró a ser el mejor en la primera parte del año y se quedó con otro torneo Apertura -el anterior había sido en el 2.006-. La tarea no fue sencilla, porque enfrente estuvo un rival calificado como Villa Iris, nada más y nada menos que el anterior campeón, que lo exigió a fondo. Al final fue 3-1 para el del oeste, que tuvo de su lado a todos los autores de los goles, porque la conquista del “Torito” fue en contra. El campeón inició el certamen con tres triunfos al hilo, después aparecieron algunas dudas, con dos derrotas y dos empates, pero desde la fecha 10 hasta el final metió un parcial de siete triunfos y una sola caída, para quedarse en forma merecida con la consagración. Entre los pilares de la campaña estuvieron los goleadores Ramiro García (9 tantos) y Mario Barros (8), sumado al buen juego que le aportaron los Lineares, con Alfredo como uno de los destacados. Ayer el partido fue muy friccionado en el arranque, producto del nerviosismo que mostró el local, porque era sin dudas el que tenía la mayores responsabilidad. Por eso no extrañó que la visita tuviera la primera chance de marcar, a los 12, por intermedio de Julio Dantas. Después tuvo un par de ocasiones Maronese, aunque por largos momentos el manejo de la pelota fue de Villa Iris. De los 30 minutos para adelante tomó el control el elenco de Cristian Bravo y a punto estuvo de abrir la cuenta cuando Mario Barros estrelló un cabezazo en el travesaño. El segundo tiempo fue todo de “Maro”, que se tranquilizó a partir de la tempranera conquista de Emanuel Astete. Fue un golazo, porque la picó y la puso en un ángulo. Luego vino la expulsión del arquero Pacheco, lo que dejó a la visita en inferioridad numérica. A eso hay que sumarle una pequeña ventaja que quedó en evidencia en la forma física de los jugadores y todo salió a pedir del nuevo campeón. García y Alfredo Lineares, decoraron el resultado. Efusivo y merecido festejo de Maronese con la copa de mano en mano, con vuelta olímpica, banderas e invasión de cancha. Peleó hasta el final Patagonia fue un digno escolta del campeón,porque dio pelea hasta la fecha final. Ayer superó, de visitante, a Don Bosco por 4 a 0, pero como no se dio el resultado que necesitaba en el oeste neuquino, se tuvo que conformar con el segundo puesto. En el resto se destacaron las victorias de visitante de Bicicross, Independiente, San Patricio y Petrolero; y la de Pacífico sobre el empinado Unión Vecinal. Fue empate entre Los Canales y San Pablo. “Cada uno entendió su papel” Para Cristian Bravo la cosa fue redonda. Decidió “colgar” los botines para ponerse el buzo de técnico y no pudo tener mejor debut. En la primera campaña, sacó campeón a Maronese. Por eso, era uno de los más felices. “Esto es una alegría inmensa. Tengo que agradecerle a los jugadores porque me respondieron muy bien, para mi no fue fácil el paso de jugador a técnico, pero se entendió cual era la responsabilidad de cada uno. Es increíble”, reflexionó el, a esta altura, ya exitoso entrenador. Bravo analizó que “este es un grupo bárbaro y como conjunto hicimos la diferencia, porque estamos bien compensados, tenemos equilibrio, nos sabemos defender y también pasamos al ataque. Ser campeones era el primer objetivo del proceso y lo conseguimos”. Y agregó: “hemos trabajado bien, aparecieron muchos chicos y también estoy contento por eso. La idea es darle mayor rodaje en el Clausura”. Al compromiso de ayer con Villa Iris lo catalogó de “muy duro”, porque “enfrente estaba un equipo que está bien trabajado”. En el cierre el agradecimiento para su madre, hermano y esposa, que lo acompañaron en los “momentos difíciles”.
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