La diferencia de precios de los combustibles en la zona subsidiada, al sur del Paralelo 42º, es desde hace años un atractivo para los turistas. Sin embargo, en la Semana Santa pasada la localidad de Esquel hizo del precio de los combustibles líquidos toda una política de seducción dirigida a los visitantes.

La ciudad cordillerana chubutense empleó una insólita estrategia para contrarrestar los efectos adversos de las cenizas volcánicas entre los posibles visitantes: la municipalidad subsidió a cada turista el equivalente al 50% de la carga completa de su tanque.

La estrategia fue medianamente exitosa, sobre todo en el caso de los viajeros que se acercaron hasta localidades cercanas, ya que tal "promoción" implicó que trasladarse en vehículo fuera más económico para un grupo familiar que pagar un solo pasaje de colectivo.

Un ejemplo de esta diferencia se logra de realizar una comparación entre el precio de un pasaje desde San Salvador de Jujuy hasta Esquel y el monto que un conductor debería pagar si se trasladara en un vehículo naftero. En promedio, un servicio de micro del tipo semicama cuesta 318 pesos, sólo 7 pesos menos que lo que hay que erogar para recorrer la misma distancia con un precio de la nafta como la de la localidad chubutense.

(AN)