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Por el precio de las naftas es más barato viajar en auto que en micro

La suba de los pasajes triplicó la de los combustibles. Esta realidad incide en que en las rutas haya más coches.

El inicio de las vacaciones de invierno y el consiguiente encarecimiento de los pasajes de ómnibus de larga distancia pusieron en evidencia un fenómeno que hace unos años habría sido impensado: el precio de los pasajes aumentó en mayor proporción que el de los combustibles, al punto que es más barato viajar en auto que en colectivo. En los últimos 18 meses el incremento en los pasajes de ómnibus de larga distancia prácticamente triplicó el alza de las naftas, revirtiendo la ecuación en favor de los automovilistas.

Por esta realidad, cada vez hay más autos en las rutas (y en las calles de todas las ciudades), lo que podría aumentar el riesgo de accidentes si no fuera porque los ómnibus suelen protagonizar choques.

Esta relación de precios queda en evidencia al analizar cuánto dinero debe desembolsar una familia tipo -compuesta por cuatro personas- para viajar desde Neuquén a Buenos Aires. En el caso de optar por trasladarse en colectivo y con las comodidades del servicio más lujoso se debería disponer de 1.760 pesos para afrontar el costo de ida y vuelta. No obstante, si la misma familia prefiriera trasladarse en automóvil, debería destinar entre 300 y 420 pesos al combustible, según se tratara de un coche naftero o gasolero, o bien 523 pesos en caso de optar por naftas del tipo premium.

La ecuación demuestra por sí sola que viajar en automóvil es entre un 70 y un 83% más económico que hacerlo en colectivo y pone en evidencia la escalada de precios que han sufrido los pasajes de larga distancia que, en el caso del ejemplo utilizado, acumulan en el último año y medio una suba del 109%.

Un informe elaborado por la Secretaría de Transporte de la Nación demuestra que este encarecimiento de los pasajes de colectivos halla en la conformación de las empresas del rubro una de sus principales razones. Es que desde 1998 la cantidad de empresas abocadas al servicio registra un importante retroceso y una consiguiente concentración.

El estudio, difundido recientemente, muestra que mientras en 1998 eran 185 las empresas de larga distancia que funcionaban en el país con 3.765 coches, en el 2007 sólo subsistían 136, aunque con 4.089 colectivos a su disposición. Esta concentración de empresas y expansión de sus servicio tiene en la oferta de mayor categoría su más acabada expresión. Es que mientras en el 2002 eran 35 las empresas que disponían de 171 colectivos, seis años más tarde sólo 21 firmas (un 66% menos) prestan el mismo servicio, aunque con un parque automotor que se ha acrecentado en un 101%, alcanzando las 345 unidades.

Con este panorama, mientras algunos servicios del transporte público de pasajeros han acumulado en los últimos 18 meses subas de hasta el 109%, los combustibles alcanzaron en el mismo período incrementos de entre el 35,2 y el 67,3%, según se desprende de los relevamientos realizados por la Secretaría de Energía de la Nación.

En los combustibles las principales subas se dieron en el último año y afectaron en mayor medida a las naftas de tipo premium, que en el caso de la empresa YPF acumularon en ese plazo un incremento del 67%.

No obstante, mientras la menor modificación de precios se registra en la nafta súper, con un alza del 35,2%, el gasoil también sufrió una fuerte modificación: en el último año y medio su valor subió en niveles del 40%.

Esta acumulación de incrementos llevó a que por primera vez el mes pasado el litro de gasoil superara la barrera de los dos pesos.

Como si fuera poco, si se comparan los valores actuales con los registrados a fines del 2006 se comprueba que la escalada de precios llevó a que el litro de gasoil cueste hoy más que lo que hace un año y medio valía la misma cantidad de nafta premium.

Paralelamente a este panorama de precios, las estaciones de servicio de la región y de gran parte del país continúan afrontando periódicas faltas de combustibles. "En el último año sólo en Neuquén capital cerraron siete estaciones de servicio", aseguró el secretario de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Río Negro y Neuquén, Carlos Pinto. El empresario advirtió que "las petroleras no sólo no amplían el cupo que cada estación tiene, a pesar del crecimiento de la demanda, sino que tampoco están distribuyendo los miles de litros que ya no comercializan las estaciones que cerraron".(AN)

 

VICTORIA TERZAGHI

victoriat@rionegro.com.ar



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