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żEl gran cambio? | ||
Falta saber si Cheppi cuenta con el poder que nunca tuvo De Urquiza. |
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La llegada de Carlos Cheppi a la Secretaría de Agricultura de la Nación (SAGPyA) es un cambio que se esperaba. Javier de Urquiza, su antecesor en el cargo, fue un funcionario que no tuvo peso político alguno y menos aún posibilidades para definir las demandas que le plantearon en los últimos años los distintos sectores de la actividad. "Es un muy buen tipo, pero...", era la reflexión que a más de un empresario o funcionario regional se les escuchó decir después de las largas charlas de "café" que De Urquiza organizaba en sus oficinas de Paseo Colón para tratar el tema de las retenciones frutícolas. Su último gran gesto fue recibir al diputado Julio Arriaga -en un acto desesperado de éste después de haber dado vuelta su voto en el Congreso a favor de las retenciones móviles-, a quien le prometió que se "pondría a trabajar duro en el tema". La frase sonó como una ironía para aquellos que habían trabajado intensamente en busca de que este distorsivo tributo fuera reducido. Desplazado De Urquiza llega Cheppi. "Otro muy buen tipo..." para la mayor parte de los dirigentes agropecuarios. Su currículum da cuenta de que el flamante secretario ingresó en el INTA en 1983 y alcanzó su conducción en el 2003, cuando Néstor Kirchner se convirtió en presidente. La pregunta del campo es: ¿alcanza con este cambio? " Punto uno. En la medida en que el secretario de Agricultura de la Nación no tenga poder para definir estrategias y sacar al campo de este "parate" no se vislumbrará el cambio que se reclama. Hay que destacar que delegar poder no ha sido una de las constantes que caracterizaron al matrimonio K en la relación con sus funcionarios. Y los resultados están a la vista. Hoy en la Secretaría de Agricultura hay una persona que tiene el poder real: Ricardo Echegaray, el hombre de Néstor Kirchner que es titular del organismo que instrumenta los subsidios a los productores (ONCCA). Maneja un presupuesto similar al que mueve toda esa cartera. Lo que es Guillermo Moreno al ministro Carlos Fernández es Echegaray a Carlos Cheppi, y en la medida en que esta situación no se revierta, el futuro del flamante titular de Agricultura no será distinto al que tuvo Javier de Urquiza al frente de ese cargo. " Punto dos. La derrota del oficialismo en el Congreso por las retenciones móviles marcó un punto de inflexión en la sociedad en cuanto al modo de hacer política en la Argentina. Se exigen cambios, pero cambios en serio. La salida de De Urquiza -sin desmerecer al ex funcionario- no marca una tendencia en las verdaderas modificaciones que necesita la economía y hoy está exigiendo la sociedad. El arribo de Cheppi a Agricultura da algo de oxígeno a la traumática relación que mantenía el gobierno con el campo. Es más, Luciano Miguens, titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), aseguró luego de la designación del nuevo funcionario que "ésta es una oportunidad para poner en marcha el aparato productivo del campo". Pero, para ser un interlocutor válido, el titular de la SAGPyA deberá cambiar las reglas de juego que se le imponen desde el circuito íntimo de Néstor Kirchner, aunque él mismo venga de las filas del ex presidente. Y éste es el principal obstáculo que ve la gente del campo para que la relación con el gobierno pueda encaminarse a través de Cheppi: para muchos, el nuevo secretario es más Néstor Kirchner, De Vido y Moreno o, lo que es lo mismo decir, más confrontación. No hay que olvidar que Cheppi fue quien -durante los debates en el Congreso por las retenciones móviles- defendió con firmeza la postura oficial. "No hay que dar un paso atrás", confió a uno de los senadores que se acercaron a felicitarlo cuando terminó su exposición sobre el tema. Otro dato de importancia: el flamante secretario de Agricultura no asistió -por orden del poder central- a la inauguración de la Exposición Rural realizada esta semana (ver nota al pie de esta página). Toda una señal del nuevo funcionario. Está claro que el campo y, en general, toda la sociedad lo que exigen no es sólo un cambio de funcionarios sino modificaciones en la forma de ejercer el poder. (Redacción Central) |
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