Una buena reacción tuvo CFK al derogar rápidamente la resolución 125 que tanto daño le hizo al país. Fuentes allegadas al gobierno aseguraron que Néstor Kirchner no estaba de acuerdo con esta medida. Pero primó la racionalidad. Los productores se habían sentado en sus cosechas y no la iban a vender hasta que el Ejecutivo aceptara la determinación del Congreso. Perder más tiem-po en la derogación hubiese significado falta de previsibilidad y esto, inestabilidad en el mercado financiero. Todo indica que, a partir de ahora, CFK deberá alejarse de las presiones de su marido. El doble comando marcó el fracaso de su inicio como presidente. Todavía está a tiempo de reencauzar este problema. En este sentido, queda claro que Néstor Kirchner no cederá fácilmente a esta teórica imposición.
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