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La familia Eichmann

De los 4 hijos que tuvo Adolf Eichmann, sólo el menor, Ricardo, nació en Argentina. El resto lo hizo siguiendo el derrotero “laboral” del arquitecto de la Solución final: Klaus nació en Berlín (1936), Horst Adolf en Viena (1940) y Dieter Helmuth en Praga (1942). Ricardo Eichmann vino al mundo en 1955, es decir, cuando su padre ya llevaba 5 años en Argentina, merced a un
pasaporte que le había conseguido el obispo Alois Hudal en Roma, con la vista gorda del Vaticano. En Argentina Eichmann hizo de todo para sobrevivir: participó de estudios hidrológicos en la selva tucumana, reparó autos en un taller mecánico en la capital y fue inspector de la Mercedes Benz. Pero también crió conejos, puso una tintorería y vendió jugos de frutas a los turistas que se acercaban al puerto de Olivos.

La pobreza marcó la vida argentina de Eichmann y familia, a diferencia de la que llevó adelante el médico Josef Mengele, de posición económica mucho más acomodada. La casa de Garibaldi 6070 en el noroeste del conurbano fue construida en los fines de semana de 1959 por Eichmann y sus hijos más grandes. Éstos tenían una vida social activa, aunque recortada económicamente por los escasos ingresos del padre. El mayor de los hijos, Klaus en 1960 estaba casado y había tenido una hija. Durante el juicio en a su padre en Israel, Klaus intentó visitarlo y realizó una defensa pública de su accionar durante la guerra (por eso episodio, en 1964 el filósofo Günther Anders escribió el libro Nosotros los hijos de Eichmann. Carta abierta a
Klaus Eichmann). De Horst Adolf los padres sospechaban que tenía alguna militancia nacionalsocialista porque abandonaba la casa con frecuencia, sin dar mayores explicaciones.

Tras el secuestro de Eichmann, Klaus y Horst crearon una pequeña organización juvenil neonazi llamada Frente Nacional Socialista Argentino. Según uno de sus fundadores, el FNSA nació “en vista de la no existencia de un movimiento nacionalista en lo patriótico y  revolucionario en lo social, y ante la pusilanimidad con que era tratado el problema judío”. Entre las
actividades encaradas por el grupo en cuestión se contaban algunos atentados a sinagogas, robos y la publicación de una revista llamada “Rebelión” y de algunos libros de contenido antisemita. Unos pocos jóvenes, por lo general
de ascendencia alemana y residentes de la zona norte del conurbano constituían la totalidad de sus miembros. El domicilio del FNSA estaba fijado en “Garibaldi s/n en intersección con la  ruta 202”, a pocos metros de donde había sido secuestrado Eichmann por el Mossad.

Un espía de la inteligencia de la policía bonaerense los siguió de cerca e informó que el partido estaba presidido por “Adolfo Eichman, argentino de 24 años” y que su ámbito de acción se restringía al norte del conurbano de Buenos Aires. En
1964 Horst Eichmann fue detenido por la policía debido a su militancia nazi: en su casa fueron secuestradas armas y volantes.
Los hermanos Eichmann no estaban solos en la promoción del nacionalsocialismo criollo. Parecen ser evidentes los lazos que tenían con redes internacionales que unían a viejos nazis con entusiastas neonazis. Una de las vinculaciones más fuertes era con el World National Socialist Movement, la “Internacional Nazi” que dirigía el norteamericano George Lincoln Rockwell. En la revista “Rebelión” aparecían notas firmadas por Rockwell o publicadas originalmente en el órgano del American Nazi Party. En
algún momento de 1962 Rockwell le habría ofrecido a los hermanos Eichmann realizar en Argentina un congreso internacional nazi.

En un ejemplar de “Rebelión” de finales de 1963 se incluía una nota que señalaba que Israel quería crear una colonia en Argentina a la que llamaría “República de Andinia”, siguiendo las órdenes fijadas por el “Gobierno secreto judío establecido en nuestro país, como en cada una de las naciones del mundo)”. La “república de Andinia” se formaría a partir de una “confederación de provincias patagónicas, que abarca toda la extensión de las cordilleras de los Andes”, lo cual le traería al país fuertes perjuicios en términos de pérdida de recursos económicos.Ni el FNSA ni su idea de que los judíos querían crear un segundo Estado de Israel parecen haber concitado demasiada convocatoria ni atención pública a inicios de la década de 1960. Muy probablemente a muchos jóvenes de tendencia nacionalista y antisemita de la época les resultaba más atractivo
formar parte de Tacuara, ya sea en su ala tradicional y ultramontana o en la revolucionaria y marxistoide, que crecieron velozmente tras la caída de Frondizi. Pero un decenio después, con el final acelerado de la Revolución
Argentina, esas ideas fueron rescatadas y difundidas por el economista Walter Beveraggi Allende con un éxito que los hermanos Eichmann –por entonces con paradero desconocido- jamás habían soñado.

Ernesto Bohoslavsky
Universidad Nacional de General Sarmiento, ebohosla@ungs.edu.ar



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