El viedmense luchará en 90 kilos

Era su última chance y no defraudó. Para estar en Beijing 2008 tenía que meterse entre los tres mejores del Panamericano de Miami y llegó hasta la final. La meta ya estaba cumplida, con esa medalla de plata que consiguió en Estados Unidos.

Después de tanto esfuerzo, este viedmense de 29 años, que se inició en el yudo desde muy pequeño y que está radicado en Buenos Aires, logró un lugar donde se darán cita los mejores del deporte mundial, no sólo los de su disciplina.

"Estoy muy feliz con lo que logré, lo disfruto mucho, por todo el tiempo que le dediqué a la preparación, por mi familia, por los que me apoyaron", sostuvo. El rionegrino luchará en 90 kilogramos, en la que será su primera experiencia olímpica.

"Estar en los Juegos, participar del desfile, luchar ahí, es algo impagable. Esto es fruto del esfuerzo personal, pero también de todos los que están conmigo', expresó.

Cada paso se valora más, porque no es mucho el aporte para el yudo que viene desde la Secretaría de Deportes nacional y de la misma Confederación Argentina.

"La mayoría de las veces debemos hacernos cargo nosotros de los gastos y hasta nos piden dinero. Esto es a pulmón", se sinceró.

Por eso Rosatti manifestó un agradecimiento "eterno" a su familia que le ofrece "un apoyo incondicional" desde lo afectivo y lo económico. También destacó el papel de la provincia de Río Negro, donde esta disciplina ocupa un lugar destacado, por las satisfacciones que se consiguen en los diferentes niveles de competencia -nacionales, Juegos de la Araucanía, Panamericanos y Sudamericanos-.

En relación a la clasificación, añadió que "sabía que iba a ser el Campeonato Panamericano más duro, porque era el último torneo que otorgaba puntos y todos los equipos iban con el mismo objetivo. Estaban los mejores y la única meta para mi era subir al podio. Por suerte me pude meter en la final y aunque la perdí con el brasileño, a esa altura era anecdótico porque entré a luchar muy relajado".

Esa experiencia en Miami le dejó como saldo una luxación en el hombro, de la cual todavía está en recuperación. Esa alternativa no le permitió competir con normalidad en la reciente gira europea que hizo junto al seleccionado nacional, por España y Alemania, que finalizó la pasada semana.

La aspiración para Rosatti en esta primera experiencia en los Juegos Olímpicos aparece como sencilla: "clasificarme entre los siete mejores".