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Para el directivo de una de las firmas comerciales más antiguas de la Patagonia se hace difícil emprender inversiones en el actual contexto económico del país. Sostuvo además que la empresa debe su éxito a su logística y al personal, que en algunos casos cuenta con más de 30 años de servicios.
En 1908 nacía la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia, con la forma de almacenes de ramos generales. Hoy cuenta con 112 sucursales en 60 ciudades y más de 10.000 empleados y en Capital es propietaria de los minimercados "Best". "Río Negro Económico" dialogó con Eduardo del Prete, gerente regional de la firma, sobre su crecimiento y la realidad del sector.
-¿Cómo está hoy La Anónima, con 100 años de trayectoria?
-Con un crecimiento importante. Si bien en los últimos meses estamos con las inversiones un poco quietas, venimos creciendo en forma regular desde hace bastante tiempo. Es una empresa netamente patagónica, que nació casi con la Patagonia. Hay que imaginar lo que era en esa época transportar mercadería. La empresa vendía desde un clavo hasta un auto. Como en esa época no había caminos internos, la mayoría de las sucursales estaba sobre la costa.
-¿Cuáles considera las principales ventajas competitivas de La Anónima?
-La empresa se caracterizó por tener un amplio surtido y
una atención de calidad al mejor precio posible; eso con respecto a los clientes, que nos han elegido y nos permitieron perdurar. Y a nivel proveedores, una excelente relación.
-¿Qué otra fortaleza podría mencionar?
-Tenemos una muy buena logística que nos permite lograr el objetivo del buen surtido y que la mercadería llegue en tiempo y forma. Creo que en el rubro retail es la mejor logística; podemos ir a ciudades que de otra forma sería imposible llegar.
-¿Cómo incide la gestión del factor humano?
-Hacemos una selección de personal muy cuidadosa, tratamos de que la gente que ingresa perdure en la empresa; tenemos empleados muy antiguos y lo vemos como un valor agregado muy importante. El brindar calidad de servicio, tener la mercadería en el lugar justo en el momento adecuado... se logra gracias a la gente. Hay empleados con 30 ó 40 años en la empresa. La rotación es muy baja.
-¿Cómo está el abastecimiento de mercaderías?
-De a poco se está normalizando, pero no tendremos toda la mercadería rápidamente; es un proceso. Lo más complicado se da en lácteos y sus derivados, harinas y derivados y aceites. Si bien hay desabastecimiento, no estamos tan mal como en la provincia de Buenos Aires o Capital.
-¿Cuál es el impacto de la inflación?
-No aumentamos los precios por aumentos de gastos o margen de rentabilidad sino por aumentos de costos de los proveedores que se trasladan al precio de venta.
-¿Qué pronóstico tienen para la inflación de este año?
-Si se hubiera mantenido un abastecimiento normal creo que cerraría, como máximo, igual que el año pasado o con tendencia a bajar. En este contexto es difícil estimar.
-¿Cómo han sobrevivido a las distintas crisis de la economía?
-La Anónima pasó por varios períodos complicados. Desde 1972, con el ingeniero Federico Braun al frente de la empresa, la compañía tuvo un giro espectacular en crecimiento. Si bien la empresa era importante, hace 30 años nadie imaginaba que podría llegar a lo que es hoy.
-¿Y cuáles fueron los factores de éxito?
-En primer lugar, la conducción. Hay un esquema muy participativo que genera un gran compromiso. Como empleado uno le pone mucha camiseta a la empresa, en todos los niveles. Estoy en la empresa desde 1992 y siento una motivación permanente.
-¿Cómo se materializa esa participación?
-Hay muchas sucursales cuya apertura es a iniciativa del equipo de trabajo que me acompaña. Cada gerente de sucursal prepara sus presupuestos de ventas, gastos y márgenes y cobra su gratificación de acuerdo con resultados y otras variables.
-¿Hay planes de abrir nuevas sucursales?
-Estamos en un momento expectante, viendo qué pasa. Proyectos tenemos varios. Lo último que hicimos fue comprar un terreno en Plottier.
PERFIL
Eduardo del Prete tiene 48 años, trabaja en La Anónima desde 1992 y está a cargo de la Gerencia Regional desde la creación del área. Previamente se desempeñó en Supermercados Mayoristas Makro.
Por su trabajo lee mucho sobre management, si bien para su tiempo libre prefiere la historia y biografías. Con regularidad concurre a un gimnasio en el que realiza actividad aeróbica y musculación.
Es casado y tiene una hija de 17 años y dos hijos de 13 y 12.
DANIEL DARRIEUX