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El gol perdido del ángel feo

El Centro de Investigación de la Historia del Fútbol hizo justicia con Ángel Labruna y le concedió un gol que lo lleva a la cima de los máximos artilleros. Su sueño incumplido fue verse jugar por televisión.

El reconocimiento póstumo de un gol convertido por Ángel Labruna hace 67 años que lo catapultó a la cima de los máximos anotadores argentinos junto a Arsenio Erico, con 293 conquistas, dejó paso a una confesión realizada por el "Feo" en uno de sus últimos reportajes: siempre deseó verse por televisión y nunca pudo.

El Centro de Investigación de la Historia del Fútbol, organismo internacional que reúne toda la información mundial, reconoció un gol no computado de Labruna.

El mítico goleador de River y la selección nacional alcanzó así al célebre paraguayo Arsenio Erico.

Un gol de River a Estudiantes de La Plata logrado por Ángel Labruna de cabeza el 26 de octubre de 1941 -la pelota dio en el defensor Eduardo Rodríguez, que luego pasara a River- había quedado en los registros como "en contra".

Los dos ex futbolistas fallecidos -el "Zurdo" Rodríguez también integró "La Máquina"- nunca revivieron el tema. Hace 67 años River se consagraba campeón en La Plata -en la segunda rueda se formó definitivamente "La Máquina"- y Ángel Labruna recién cumplía 23 años. No obstante, su notable carrera como futbolista y más tarde como técnico lo convirtieron en el símbolo de River.

Pero tenía una asignatura pendiente. En 1980, cuando el club había ganado por segunda vez el tricampeonato con "Angelito" como entrenador -Metro '79, Nacional '79 y Metro '80-, en una charla informal con el conductor radial Antonio Carrizo llegó una confesión poco recordada. "Ángel Labruna, hijo de un relojero, definía con precisión genética", ironizó. "¿Sabe una cosa, Antonio? Nunca me vi jugar...", confesó el más grande goleador riverplatense, que jugó 515 partidos entre 1939 y el '59 siendo delantero "de punta" a los 40 años. Había ganado nueve campeonatos como jugador y seis como entrenador en River. Carrizo aludió al pique corto y a la capacidad para definir de Labruna. "Con las dos piernas", dijo.

Poco antes de morir (el 19 de setiembre del '83), estando en Argentinos Juniors, el equipo de La Paternal produjo un doble "batacazo": ese año eliminó a Boca en el "Monumental" (3 a 2) y a River en el estadio "José Amalfitani" (1 a 0).

Hace poco el locuaz Antonio Carrizo, reconocido fana "xeneize", admitió que a los jugadores como Labruna -uno de los grandes de toda la historia- los perjudicó la Segunda Guerra Mundial y el que la televisión satelital llegara en los '60. "Eran extraordinarios, pero no se los veía sino en la cancha", resumió en una entrevistada televisada. Por eso Labruna se fue "sin verse jugar".

Eso sí, en el fútbol la polémica nunca se termina. Al día siguiente del anuncio, la página oficial de Independiente en internet destacó que Erico es el "máximo goleador" de la historia del fútbol argentino y que "jamás" podrán igualarlo, aunque sin mencionar a Labruna.

 

JOSÉ LUIS PONSICO

Télam



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