Carlos Alonso nació en Tunuyán, Mendoza, en 1929. A los 14 años ingresó a la Academia Nacional de Bellas Artes de Cuyo, donde tuvo como maestros a Sergio Seguí -dibujo y grabado-, Lorenzo Domínguez -escultura-, Ramón Gómez Cornet y Francisco Bernareggi -pintura-. Su primera exposición fue a los 20 años, en la Galería Giménez de Mendoza. Enfrentado con el peronismo y la intervención en la universidad, se radicó en Tucumán junto con Lino Enea Spilimbergo, Pompeyo Audivert y Lazlo Szalay, quien fue uno de sus principales influjos.

En 1953 realizó su primera exposición individual en Viau. En esa década viajó por Italia, un derrotero que significó un cambio radical en su técnica y en la concepción de la obra.

En 1957 recibió el premio Emecé para ilustrar el segundo tomo de El Quijote y completar la tarea que había iniciado Salvador Dalí. Posteriormente desarrolló una importante carrera artística que le permitió obtener los premios Konex de platino 1982 y 1992 en dibujo.

A partir de 1965 emprendió numerosos viajes al extranjero, donde expuso sus obras y cosechó señalados éxitos de público y de críticas.

Sus creaciones fueron reiteradamente exaltadas en México, París, Florencia, Milán, Roma, Bolzano, Londres, Niza, Bolonia, Madrid y otras ciudades europeas. Reside en Unquillo, una localidad ubicada a aproximadamente 30 kilómetros de la ciudad de Córdoba. (G. B.)