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Las FARC, Borges y García Márquez

-¿Qué influencia tiene la Argentina en la literatura colombiana?

-Argentina fue y sigue siendo la potencia editorial de América Latina. Un colombiano que tenga una biblioteca más o menos de cierta categoría tiene muchos libros editados en la Argentina. A Colombia buena parte de la cultura nos llegó del sur.

-¿Qué piensa de la escritura?

-Creo que uno hace catarsis con las novelas. Exorciza. Uno hace búsquedas. Se sienta en el diván... incluso en temas que no tengan relación tan directa con lo que le ha pasado a uno.

-¿En Colombia se escribe bajo la sombra de García Márquez?

-Hay una generación después de García Márquez que se siente totalmente opacada.

-En los últimos años murieron dos de esa generación: Moreno Durán y Germán Espinosa.

-Ellos se quejaban muchísimo de García Márquez. Lo peor es que en algún momento un crítico hablaba de ellos como la generación olvidada y ellos, que todavía estaban produciendo, se sintieron ofendidísimos.

-¿Qué ocurre con su generación?

-No he visto ni a uno que se queje de García Márquez. Todos lo hemos leído como a un clásico, como si estuviera muerto desde hace 50 años. Creo incluso que ninguno de mi generación intentó hacer realismo mágico o algo por el estilo.

-¿Está agotado el realismo mágico como recurso?

-Creo que sí. A él le fluía, era la manera que tenía para contar las historias. Es su manera de hablar. Uno no puede impostar su estilo. No sé si eso habrá pasado en la Argentina con Borges, a quien me parece que debe ser muy difícil copiar.

-¿Qué caracteriza a los escritores colombianos?

-Si hay algo que nos podría identificar es un poco el respeto por la diferencia. Eso me parece importante, porque es un tema que no se practica mucho con Uribe.

-¿Qué opina de Borges?

-Soy mucho más de Cortázar. Borges me parece que hace unas maquinitas de palabras casi perfectas, impresionantes. Pero me emociona mucho más Cortázar. No quiero decir que es uno mejor que el otro. Creo que Cortázar es en parte responsable de que yo haga lo que hago. Cuando lo descubrí me fascinó. "Ojalá pudiera acercarme a lo que hace este hombre", pensaba. Para mí fue definitivo.

-¿Cómo es hacer ficción en Colombia, con las FARC y la violencia tan presente?

-Es difícil abstraerse. Todos los días escuchamos hablar de eso y algo se va colando. Si te metes con ciertos temas de violencia te acusan de querer sacarle provecho a algo que es bien conocido fuera de Colombia y eso te va a generar más atractivo pero, si no lo haces, hay otros que dicen "A éste no le interesa Colombia ni está comprometido con la realidad del país".

-¿Están derrotadas las FARC?

-Quisiera.

-Aquí tenemos la imagen de que tiene problemas.

-Lo que ha pasado en los últimos tres meses con las FARC es impresionante y le está dando a la gente una esperanza de ver la luz al final del túnel. Ya sea por la muerte natural de (Manuel "Tirofijo") Marulanda o por acción del ejército en el caso de Raúl Reyes, están muy debilitadas. Además ya hace tiempo que las FARC no tienen una ideología. Es un negocio criminal al servicio del narcotráfico.



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