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EL PODER DEL DINERO
Desde figuras consagradas hasta jóvenes y brillantes artistas estuvieron en Art Basel 2008, la feria de arte contemporÁneo mÁs relevante en todo el mundo. La edición número 39 de esta feria en Basilea, Suiza, registró la participación de unos 2.000 creadores y una afluencia de más de 50.000 visitantes.
El dinero sigue influyendo en las galerías participantes de la feria de arte contemporáneo más importante del mundo, Art Basel. La "calidad excepcional" de la selección de obras que cada año muestra son la clave: de ahí su éxito y su posibilidad de marcar tendencias en el mundo del arte internacional.
Lo suyo parece un romance eterno. Desde que se casaran hace 39 años, Basilea y el arte contemporáneo renuevan cada año sus votos, de modo tan fuerte que siempre la feria se convierte en un auténtico éxito económico, que ni siquiera en tiempos de crisis global como el actual se ve afectada.
La exhibición internacional que cada primavera alberga la ciudad suiza se ha caracterizado desde su nacimiento en 1970 por su "calidad excepcional", tal y como propietarios de galerías, artistas y coleccionistas se encargan de subrayar sin pudor. "Es, sin duda,la mejor feria, y no creo que ni siquiera las demás muestras se atrevan a negar esa evidencia", aseguró Carolyn Alexander, al frente de la galería neoyorkina Alexander and Bonin, a la prensa española.
El show de este año que terminó días atrás registró a unos 2.000 artistas de 30 países diferentes, provocando así que la 'crème de la crème' del arte se reúna y comparta sus pareceres y experiencias.
"Venimos porque Basilea es el escaparate ideal para dar a conocer a los artistas con los que trabajamos", dice Gloria Pérez de la galería catalana Prats. "Es un cita clave por la cantidad de responsables de museos y colecciones privadas y corporativas que circulan por aquí", explica Pérez, quien tiene a sus espaldas más de 30 años de presencia en esta feria. Estar entre el elenco de galerías que pueden exponer en la reina de todas las ferias de arte contemporáneo no es sencillo. Sólo una tercera parte de las 1.100 galerías que lo intentaron para la 39ª edición, lo consiguieron.
"El primer día (abierto sólo para 8.000 privilegiados) fue de locura", asegura Alexander, de la galería de Nueva York. En las primeras 24 horas consiguió dos propuestas firmes de compra de su obra más cara, una escultura de la colombiana Doris Salcedo, con un precio de 750.000 euros. Spiegler confiesa que su gran preocupación no estaba en las ventas sino en los patrocinadores, a quienes la crisis tampoco parece estar afectándoles demasiado. Por lo menos no al gran sponsor de la muestra, el banco suizo internacional UBS, que ya ha renovado su contrato por tres años más. En esta edición se apostó por obras de alta calidad y coleccionistas de gran poder adquisitivo frente a un mercado de arte que parece indiferente al pesimismo que reina en la economía y las finanzas. “Algunos temen el fin del boom del mercado del arte, pero para que esté sano lo esencial son obras buenas, confiables y buenos compradores. Todos esos factores están presentes aquí”, afirmó Marc Spiegler, uno de los directores de la feria de arte. Este año participarán unas 300 galerías de todo el mundo, elegidas entre una cifra récord de mil postulantes. Además de las galerías tradicionales, un grupo de obras de gran tamaño se exhibieron en una muestra aparte titulada Art Unlimited. La feria ofreció una amplia vitrina de expresiones artísticas actuales desde las formas clásicas como la pintura y la escultura hasta instalaciones fotográficas, video y obras de arte cibernético.
(El Mundo y El País)

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