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OPINION: La punta del iceberg

El escándalo que se desató a partir del "irregular" manejo de los dineros públicos que hizo la Confederación Neuquina de Deportes, debe servir para que se reavive el debate sobre el rol que tiene que cumplir el estado en el desarrollo deportivo de la comunidad. A qué hay que apuntar con el apoyo: a la recreación, a la promoción, al federado o al alto rendimiento. Y, lo más importante ¿quién lo define? y ¿con qué criterio?

Hoy se puede afirmar que todos los niveles reciben un poco, que a ninguno deja contento y que no hay un plan detrás, un objetivo a la vista. Ha sido un mal endémico del área deportes y cada una de las gestiones puso el acento, muchas veces, en el gusto personal de su conductor máximo y, también, de las aspiraciones de figuración del poder político.

Por eso se han generado partidas para concentraciones de selecciones nacionales, organización de preolímpicos y premundiales, fútbol profesional, ligas nacionales y argentinos de todo tipo, carreras de automóviles y mucho más.

También se han "bancado" participaciones de deportistas en pruebas internacionales, con dólares contados por miles, en muchos casos porque tuvieron el "talento" de presentar la carpeta en la ventanilla indicada. Para ello se crearon, incluso, programas especiales.

La lista es interminable y los ceros a la derecha, muchos. El plan a seguir inexistente y los méritos deportivos de los beneficiarios no del todo probados.

El funcionario de turno también llevó agua para el sector de la geografía neuquina del que provenía, con una competencia internacional de mountain bike en Villa La Angostura o una pileta cubierta en Chos Malal, como ejemplos puntuales. Hay más, por supuesto.

En una provincia donde la mayoría de las actividades son estado-dependientes, y el deporte no es la excepción, ninguno de los dirigentes deportivos quiere darse el lujo de pelearse con el funcionario de turno. Por eso se controla poco, para no quedar afuera del reparto de la torta.

Eso produce una connivencia peligrosa, de la que después nadie se hace cargo. Miran para el otro lado y así creen que no tienen responsabilidad.

La CND, que debería ejercer la función de control, hoy tiene un "rojo" enorme -estimado en medio millón de pesos- y se espera que esta semana se conozcan las explicaciones. Quizás sea la punta del iceberg, que permita de una vez por todas conocer en qué se gasta, cómo y por qué.

 

MARCELO PÉREZ LIZASO

mplizaso@rionegro.com.ar



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