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El \"rey Christian\" de Río Negro | ||
El historiador Martín Alejandro Adair reconstruye la vida del vecino de Roca Christian Nielsen. Su biografía forma parte de un libro próximo a editarse sobre la vida de escandinavos en la Patagonia. Este danés trazó los canales del lugar, plantó frutales y tuvo una destacada actuación política. |
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"...y llegaron al Lejano Oeste donde hallaron meseta, valles tan extensos como reino... pero sin reyes": así se expresó el escritor Glenway Wescott en 1927 en su obra "Los abuelos", en alusión a las tierras hasta ese entonces poco habitadas en la zona occidental de Estados Unidos. Éstas deparaban un gran porvenir a muchos que "querían adquirir sus propias tierras" allí donde la fruticultura comenzaba a florecer. El periodista Pedro Ravn denominó al Alto Valle de Río Negro como la "California argentina", en referencia a sus similitudes. Aquí también prevaleció que muchos podían convertirse en reyes de estas vastas extensiones regadas por las aguas del río Negro. La región había quedado prácticamente abandonada después de la conquista del desierto pero no debía quedar en el olvido. Christian Nielsen, nacido en Dinamarca, era uno de esos inmigrantes que anhelaban tierras en el Alto Valle para convertirse en un "amo y señor" de algunas de ellas que estaban para ser trabajadas, pero de ninguna manera quería conseguirlas a cambio de favores políticos. En Dinamarca se venían sembrando brezales en los suelos pantanosos para darles fertilidad y hacerlos aptos para la agricultura. Pero en el Alto Valle la situación fue la opuesta: la meseta era árida, llena de gravilla; crecían los matorrales y escaseaban las lluvias. El trabajo para la fruticultura demandó un gran esfuerzo por parte de muchos inmigrantes e ingenieros que construyeron los canales de irrigación para que los cultivos prosperaran. Nielsen, que llegó a la zona del Alto Valle en 1909, ya había adquirido una vasta experiencia. Con su rango de ingeniero había trabajado en el delta del Paraná y en Mendoza en tareas de drenaje, zanjeo y plantación de sauces. La obra del gran canal de regadío hasta Coronel Belisle, de unas 3.000 hectáreas, le deparó una gran oportunidad de volcar con entereza su capital como hombre ya especializado en el área. Esto le dio cabida para comenzar a participar activamente en la cooperativa del canal de irrigación, después de lo cual el gobierno le otorgó cientos de hectáreas. Debió comenzar una nueva etapa en que volcó todo su capital para su propio usufructo. Con un grupo de colaboradores y unos ingenieros italianos que poseían máquinas excavadoras comenzaron, a fuerza de pico y pala, a sacar los matorrales y sus raíces y con azadas y palos emparejaron los suelos a medida que fueron construyendo los canales más pequeños. El periodista Ejnar Mikelsen relató que "Al ratito, nos encontramos con unas cuadrillas de trabajadores con palos y cucharas y una cantidad de carros tirados cada uno por diez caballos que traían pedregullo del río para rellenar el camino, una escena dinámica donde Nielsen enseguida fue el centro del lugar. Los capataces traían planos y dibujos, los operarios hablaban de las dificultades de esto o aquello, empleaban aparatos de nivelación; miden y marcan los jalones del lugar, todo dentro de la mejor profesionalización y en la mitad de todo este barullo, rodeado por mucha gente y en medio de un centenar de carros estaba nuestro compatriota dando órdenes, retando o dando palos según la situación, retomando el coche en momentos en que le dice el capataz". (1) El gobierno nacional estimulaba el doblamiento de las tierras bajo ciertas condiciones; fundamentalmente, el afincamiento en las que eran otorgadas y el compromiso de plantar frutales. Se debían plantar unos 4.000 álamos y unos 200 frutales. Los primeros debían proteger de los fuertes vientos de la zona y el cultivo de alfalfa era fundamental para los nutrientes que debían tener los suelos. Nielsen llegó a contar con unas 185 hectáreas de alfalfa y unas 15 de frutales. No desdeñaba buscar las mejores manzanas. Decía que quería lograr unas que fueran "tan buenas como las californianas" pero mantenía en secreto cuáles eran los injertos que realizaba. Según los censos de 1935, Nielsen poseía unos 500 manzanos; 250 de las deliciosas y las otras, de las Jonathan. La plantación de perales tenía también una gran relevancia en el Alto Valle. Nielsen poseía unos 100 del tipo de las llamadas William's, unas 50 "manzanillas" y unas 800 denominadas Passe Crosone. La vitivinicultura tuvo también un lugar en la producción frutícola. Nielsen había instalado una bodega, "El Trébol", junto con Seratti y Gareiso. Allí se producían unas 3.000 bordelesas anuales y sus vinos recibieron distinciones en Sevilla. Pero la crisis del '29 fue un duro revés. "Esa maldita crisis -despotricaba Nielsen- puede destruir todo. No recibíamos más que unos tres centavos por cada kilo de uvas entregado a la bodega; entonces debíamos incluso quedar con el sombrero puesto en la mano para llevarlas. El gobierno compró 10 millones de hectáreas para regular la sobreproducción, aquí se ve. Y él nos muestra que la buena fruta era tirada a la tierra y dejarla allí y que se pudra". (2) Cuidadoso con sus plantaciones, Nielsen mantenía en su almajera unas plantas de las que sacaba el veneno para matar los insectos, pero debía manejarse con suma cautela para no matar las abejas. El gran canal que corría a lo largo del río Negro tenía una caída de unos siete metros, pero unos 6.000 no habían sido utilizados aún. Anualmente el agua del canal corría durante dos meses para regar las plantaciones, para que luego aquél pudiera ser limpiado; el resto del flujo no era uniforme. Pero las aguas del canal proveían de energía eléctrica. La estancia de Nielsen reflejaba la prosperidad que iba adquiriendo General Roca desde no hacía tanto tiempo. Mikelsen se regocijaba contemplando esa estancia: "Hay canales y acequias por todos lados. Hay una casa grande y linda y en el centro, un jardín con rosales y todas las variedades de frutales, con ramas llegando al suelo por la carga de sus frutas, manzanas, peras, ciruelas y damascos. También nísperos y otras variedades subtropicales. Notaba que la manzana comestible era la mejor inversión y las peras se producían en gran cantidad. Siempre estaba al tanto sobre los momentos en que debía usar las aguas del canal para regadío de sus frutales y sobre su período de conservación, pero tomando debida nota de que la pera no se conservaba más que unos diez días. Todo esto comentaba el hombre de Herning, Christian Nielsen, mientras íbamos por el sólido camino a lo largo de las acequias con álamos bordeado por viñedos a la derecha y alfalfa, a la izquierda". (3) Nielsen fue uno de esos hombres que se habían propuesto la creación de colonias en el Alto Valle a través de capitales privados. Hubo unas 5.000 hectáreas en venta en Coronel Belisle a un bajo precio, donde Nielsen planeaba traer a más dinamarqueses. Pero el proyecto fracasó: ellos deseaban plantar viñedos, lo que no les fue permitido; la única alternativa era la plantación de frutales. Como buen anfitrión, era muy sociable y hospitalario. Había recibido en una ocasión a otros dos dinamarqueses, Poul Ch. Larsen y Christian Skou, quienes contaron: "Nos habíamos detenido en General Roca, en cuyo hogar fuimos extraordinariamente recibidos. Nielsen se había establecido en General Roca en 1910. Fue un gran conocedor del lugar que nos estaba llevando. Su Ford V. 8 no se detenía para nada en los 8 días en que estuvimos allí". (4) A principios del siglo XX, Río Negro -al igual que las demás provincias patagónicas- seguía siendo territorio nacional. No poseía aún autoridades de gobierno propias que velaran por los intereses de sus pobladores, pero existían instituciones de bien público que tenían una gran relevancia. Nielsen fue un ferviente defensor de los derechos de sus pobladores. Hacia 1920, General Roca progresaba notablemente. Un visionario como Nielsen -junto con otros vecinos- fundó el Banco de Río Negro y Neuquén: "Pero el acontecimiento que mayor trascendencia habría de tener por su implicancia económica en la zona, lo ha sido, sin duda alguna, la feliz iniciativa de un grupo de vecinos del Alto Valle, al decidir la creación de un banco de y para la región, integrado con genuinos capitales valletanos y dirigido por hombres conocedores del medio". (5) Fue quien dio el puntapié inicial para la creación del Banco de Río Negro y Neuquén y la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio de Río Negro. A pesar de su nacionalidad, Nielsen fue un vecino muy idóneo en asuntos como los institucionales. En 1921 se entrevistó con el presidente Yrigoyen para conseguir un juez letrado desligándose del de Viedma e incluso participó como militante en la Unión Cívica Radical, por la que llegó a ser electo como concejal. Sentía un gran aprecio por los niños y los más humildes y fue uno de los fundadores del Patronato de Menores y miembro del club social. Estas instituciones de gran valor cultural involucraban a los grupos de mayor relevancia social: allí realizaban actividades como obras de beneficencia, encuentros de lectura y juegos de ingenio. Además, la institución poseía una espléndida biblioteca. El hogar de Nielsen era más que el lugar donde él residía; era incluso el sitio donde se reunía con sus colegas para tratar temas como el de los canales de regadío. Durante su gestión como intendente de General Roca plantó eucaliptos en la plaza central que resplandecen a la luz solar en esta provincia de la Patagonia en la que Nielsen, por su infatigable labor como vecino ilustre, ha dado lugar a que siempre se lo recuerde como "el rey Christian de Río Negro."
Notas (1) Mikelsen, Ejnar: "Hvor gulvet gror. Liv og virke i Argentina"(donde el suelo crece. Vida y... en la Argentina) (2) Larsen, Poul: "En besög i Rio Negro" (una visita a Río Negro), en "Syd og Nord" (3) Mikelsen, Ejnar, op. cit. (4) Larsen, Poul, op. cit. (5) Tejeda, Eves Omar: "Pasión y muerte del Banco de Río Negro y Neuquén".
Bibliografía Andersen, F.: "Álbum de los daneses en la Argentina", 1922; Dehais, Francisco: "La manzana y la pera argentina. Su historia", Río Negro, 2000; "Club social: 1927-1970. Jockey Club-72º aniversario; Heinberg, Aage: "Kong Christian af Río Negro" (el rey Christian de Río Negro), en "Familie Journal, Dinamarca, junio de 1951; Larsen, Poul: "Et Besög i Rio Negro" (una vista a Río Negro), en "Syd og Nord", Buenos Aires; Maida de Minolfi, Esther: "Inmigración en el Alto Valle", Publifades, General Roca, 2001; Mikelsen, Ejnar: "Hvor gulvet gror: liv og virke i Argentina", Hagerup Forlag, Copenhague, 1927; Publicación oficial de la provincia de Río Negro, 1938. Periódicos "La Nueva Era" (Viedma), "Río Negro" y "Syd og Nord" (Buenos Aires) Fuentes orales: Pablo Fermín Oreja, Francisco Dehais y Adolfo Nielsen.
MARTÍN ALEJANDRO ADAIR martinadair@fibertel.com.ar |
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