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CLIMA IDEAL PARA CAMELIAS
OtoÑos suaves y frÍos moderados en invierno, promueven una buena floraciÓn primaveral. Curiosidades de esta PLANTA tan especial.
Después del invierno terrible que hemos sufrido el año pasado, con temperaturas que a campo pisaron los 16 grados bajo cero y que dejaron el tendal de lamentos en nuestros jardines, me parece oportuno hacer un balance de ese acontecimiento que hacía 40 años no se daba en el norte de nuestra Patagonia y aprovechar para hacer una proyección sobre lo que puede suceder este año. Ante todo permítanme repetir lo que dije en su momento y recurriendo nuevamente a los dichos populares ...”no hay mal que por bien no venga”. Por qué digo esto, por la sencilla razón de que nos permitió trazar límites claros entre lo que podemos cultivar y lo que deberíamos evitar. Creo que en líneas generales ustedes coincidirán conmigo en que fue un susto grande con un final feliz, ya que muchas de las plantas que considerábamos definitivamente perdidas, nos dieron la sorpresa de rebrotar en primavera ... si bien con dificultades y muchas veces sin florecer y dar frutos. Aprendimos –al menos yo– que no hay que temerle demasiado al frío y que si tomamos las medidas preventivas adecuadas, muchas cosas a primera vista imposibles se trasforman en posibilidades concretas. En el caso de los cítricos, observamos que de todos ellos el más sensible es el limonero, pues pomelos y sobre todo naranjos, sobrevivieron y hasta florecieron y ya se observan frutos maduros. Lo mismo podemos decir de los eucaliptos ... llovieron los lamentos y al final rebrotaron casi todos y sólo se perdieron los muy jóvenes. Jacarandás, santa ritas (Bougainvillea), jazmines del cielo (Plumbago) y hasta el palo borracho (Chorisia insignis) frente a los ventanales de nuestra redacción zafaron con daños menores o rebrotaron desde la base. Aprendimos también a valorar los microclimas que podemos crear en nuestros jardines, que nos han permitido pocos pero fundamentales grados de calor por encima del clima general dentro de nuestras ciudades. Pero fundamentalmente aprendimos –al menos los jardineros observadores– la importancia de colocar las plantas sensibles en los sitios más abrigados del jardín ... es que “la letra con sangre entra”. Esto me da el suficiente coraje para atreverme a hacer algunos pronósticos para los meses que vienen ... estoy convencido de que van a ser menos severos que los del año anterior y que eso nos va a permitir disfrutar de una primavera florida como pocas. Quiero tomar como ejemplo una planta considerada “difícil” por la mayoría de los “locos por las plantas”: las camelias ... a mi juicio, este invierno encontrarán condiciones muy buenas para una espectacular floración en primavera. LAS CUATRO FASES DE UNA CAMELIA Se pueden distinguir cuatro fases en su crecimiento. Fase 1. En la primavera, luego de la plantación y floración, comienza el crecimiento vegetativo. Es la fase que mayor agua consume. Mantenga el suelo siempre húmedo, pero no encharcado. Fase 2. Formación de los pimpollos florales, que comienza hacia fines del verano. Las flores se irán formando con temperaturas inferiores a 15ºC y descendiendo (febrero hasta incluso junio). Fase 3. Floración. En esta fase también necesitan buen riego. La mayoría florece cuando las temperaturas ambientales oscilan alrededor de los 12ºC. En nuestra región se produce entre fines de julio, agosto y mediados de setiembre. A partir de esa fecha, las temperaturas más altas ocasionan la caída de los pimpollos sin abrir. Fase 4. Formación de frutos y semillas. En nuestra región por lo general esto no sucede, sino que entra directamente en la fase 1. Si se observara la formación de frutos o semillas, es conveniente eliminarlos para favorecer el desarrollo vegetativo. CAMELIAS Y SU RESISTENCIA AL FRÍO Como curiosidad les voy a comentar que el cultivo de las camelias al aire libre no es solamente motivo de polémica aquí, sino también en países que supuestamente “la tienen clara” por siglos de tradición jardinera como Alemania. Allí hay quienes promocionan “camelias resistentes a frío” y otros muchos que desmienten que exista esa posibilidad. Aclaro que estamos hablando de 17 a 20 grados bajo cero. Es así que he encontrado páginas de internet que muestran plantas cubiertas de nieve y acto seguido otros sitios web que las tildan lisa y llanamente como una estafa (ver foto) ... cuánto soporta en realidad no lo sé con certeza, pero me atrevería a decir que unos 10 bajo cero no la deberían afectar, e incluso hasta 15 si se elige un sitio protegido de la nieve y los vientos fríos. CULTIVO Para arrimar consejos útiles, voy a actualizar una nota ya publicada por mi el 31 de julio de 2005. En el continente asiático, las camelias crecen bajo sombra ligera. En general, tienen requerimientos similares a los rododendros, o sea un sustrato ácido, riegos con agua de buena calidad, muy buen drenaje y sin dejar secar jamás el pan de tierra. Durante el invierno soportan temperaturas de hasta 10 y 15ºC bajo cero, pero esta resistencia depende de cada variedad. Podemos decir que las heladas de unos 6 a 8ºC bajo cero no las afectarán, si se las planta en un sitio protegido de la nieve y los vientos invernales y a media sombra. Así podrían sobrevivir incluso en climas como los de nuestra región sur, si adicionalmente se las provee de una gruesa capa de mulch que proteja sus raíces. (Foto de abajo, daños por heladas primaverales en plena floración). Para su plantación, elegir siempre plantas de cierto tamaño, digamos en envases de 5 a 7 litros. A fines de julio se cava un hoyo el doble de hondo y tres veces más ancho que la maceta original. Se coloca en la base pedregullo de piedras de yeso y encima de ellas se rellena con una mezcla que se puede preparar con esa misma tierra del jardín, guano descompuesto y arena de construcción por partes iguales, agregando 200 gramos por planta de azufre en polvo para acidificarla. Si bien pueden compartir la misma ubicación que los rododendros, necesitan un poco más de protección contra el frío por medio de muros o cercos y se debe procurar que reciban sólo el sol del amanecer pero no el de la tarde y menos que menos el sol fuerte del mediodía, que puede ocasionar asolamiento de las hojas, que se manifiesta con manchas blancas en su centro. PARA TENER EN CUENTA Son plantas de crecimiento lento, por lo que son innecesarias las podas, a lo sumo un pinzado inmediatamente después de la floración si alguna rama crece con demasiado vigor en detrimento de las demás. Luego de la floración primaveral comienza un período de reposo de 4 a 6 semanas, durante las cuales se debe regar un poco menos, pero siempre evitando que se seque el pan de tierra o la tierra de plantación. Durante todo el verano, la planta estará acumulando reservas de energía para la floración de la primavera siguiente. Las yemas florales comienzan a formarse al final del verano, momento durante el cual sus pimpollos son sensibles a las altas temperaturas. Hay que recordar que estas plantas son muy sensibles a las sales de abonos artificiales, por lo que lo mejor es mantener el suelo siempre cubierto con una capa de 25 centímetros de mulch, tanto en verano como en invierno para proteger sus raíces y la parte inferior de sus tallos. ABORTO DE PIMPOLLOSUn caso muy común y que motiva muchas preguntas, es cuando los pimpollos se vuelven marrones y caen antes de abrir. El primer caso se produce con plantas que florecen tarde en la primavera, cuando el calor se hace sentir. A estas variedades, una vez detectado el problema, se las trasplanta a un sitio que sea lo más fresco posible en ese momento crítico. Por el contrario, los daños por heladas primaverales se producen en variedades de floración muy temprana, para lo cual se procede a la inversa, o sea se les busca sitios más abrigados o en el jardín. Este aborto de pimpollos también puede ser ocasionado por una fertilización excesiva, suelos con poca acidez, excesiva temperatura en las raíces y sequedad del suelo (incluso por períodos cortos) o del aire. Las camelias reaccionan muy mal a bruscos cambios de temperatura y humedad ambiental. La caída de hojas, por lo general es ocasionada por excesiva oscuridad o falta de riegos. Es conocida la creencia de que si se cambia de orientación una camelia en maceta, ésta tira los pimpollos. Pues bien, numerosos autores sostienen que esto no es cierto.

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