El español rompió la supremacía de los locales en Italia

Alberto Contador puso fin ayer en Milan a la supremacía de los pedalistas italianos y se impuso en el Giro de Italia. El español cortó la serie de once victorias "tanas" y sumó otro triunfo resonante en su carrera, ya que viene de ganar el Tour de Francia 2007.

La etapa 21º, última de la exigencia, quedó en manos del local Marco Pinotti (High Road), luego de los 28,5 kilómetros de una contrarreloj.

Contador se impuso en su primera participación en esta prueba, a la edad de 25 años. En la clasificación general final, el madrileño quedó delante de tres corredores italianos.

Riccardo Riccó, otro representante de la nueva ola (24 años), se hizo con la segunda plaza en la general, a 1 minuto y 57 segundos, después de haber comenzado la última etapa a sólo 4 segundos, y Marzio Bruseghin la tercera a 2 minutos y 54 segundos, dos segundos por delante de Franco Pellizotti.

El anterior vencedor de la prueba, el italiano Danilo Di Luca, se clasificó en octava posición en la general tras haber hecho temblar a Contador dos días antes de la última jornada, en la penúltima etapa de montaña.

Lo llamativo es que Contador no ganó etapas, pero por el contrario se mostró sólido y constante durante las tres semanas de la prueba. "Supe que iba a correr una semana antes del inicio de la prueba", repitió el español, después de haber dejado de forma precipitada sus vacaciones.

"Antes del Tour (2007), nadie me conocía. Desde entonces ya soy más conocido. Ahora lo seré un poco más", dijo Contador tras su victoria.

"Valió la pena interrumpir las vacaciones para venir a Italia y ganar esta carrera", finalizó.