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Multi naturtal, multi cultural
Una casa embebida de naturaleza que contiene la filosofÍa del arquitecto estadounidense SteveN Erlich.
Su obra se ha destacado por conciliar sabidurías ancestrales con la alta tecnologÍa. En su hogar, en Los Ángeles, que comparte con su esposa la periodista Nancy Griffin, el “modernismo multicultural”  se hace palpable en cada ambiente.
En el corazón del efervescente Venice, con un terreno de 13 metros de ancho por 40 metros de largo, el arquitecto Steven Erlich logra una contundente sensación de espacialidad y de integración con la naturaleza en su vivienda familiar, de 380 m2 de construcción, repartida en dos volúmenes independientes.
 "El proceso de construcción fue muy fluido al tener esta voz impresionante de la tierra diciéndonos qué debía hacerse, que había que escuchar", relata Steve, aquí en Los Angeles, EE.UU.
Así, fue como el gran árbol de palmera canaria existente en la punta del lote tomó protagonismo. "Desde mis primeros bocetos estudié lo que me gusta llamar espacios positivos y negativos, que es en realidad diseñar dónde se ubicará la casa y todas las zonas exteriores. Hice la construcción alrededor de estos árboles… ellos llegaron primero".
Con observarla a simple vista, su personalidad encantadora se deja descubrir. En esta casa se perciben las experiencias en el África de Erlich, quien durante su juventud vivió en Marruecos practicando su profesión, y más tarde en Nigeria, siendo profesor de arquitectura. La paleta de colores y las sensaciones remiten a un continente exótico, anhelado.
Erlich diseñó tres patios: el frontal, llamado patio del árbol, el segundo, el familiar que es compartido por la vivienda de huéspedes, y el tercero, se ubicó contiguo a la piscina.
“Tres patios bien estratégicos que en verdad considero ambientes exteriores. No sólo sobrantes que son parte del diseño. La idea de patios es algo con lo que estoy muy familiarizado porque viví en casas con patios tanto en Nigeria como en Marruecos y comprendí cómo funcionaban y cómo se obtiene energía, no sólo de un lado sino que también el otro edificio aporta una retroalimentación de energía al patio".
Las grandes superficies vidriadas, pivotantes o corredizas, que permiten abrir la casa plenamente hacia el exterior, el uso de materiales resistentes a la intemperie o los elementos texturados son su manera de utilizar las nuevas tecnologías para volver al contacto con la naturaleza, una constante en la arquitectura modernista californiana, liderada por Richard Neutra, Rudolph Schindler y Ray Kapy, que Erlich reconoce en sus orígenes pero lleva un paso más allá, liderando una corriente que apoda Moderno Multicultural.
 “Mi educación arquitectónica estuvo imbuida del Modernismo.  Pero mi experiencia me ha enseñado a tener un acercamiento a la construcción más inclusivo y receptivo que el que aprendí en la universidad. En esencia el Modernismo Multicultural es un diseño que busca reconocer y equilibrar las variadas influencias culturales que están en disputa en los centros urbanos de hoy en día, y respetar las verdades del lugar de modo que la construcción esté bien enraizada en la especificidad de su cultura y ubicación. Al mismo tiempo sigo suscribiendo al dictum de la tradición moderna que dice que la forma debe desprenderse de la función mientras se eleva el espíritu, y que el diseño debe abrazar los avances de la tecnología y los materiales. Existe una tradición en el sur de California tratando de explorar esta idea de conectividad entre los espacios interiores y exteriores. Así que un poco uní esas dos cosas a mi manera: mi experiencia en Africa y mis orígenes en el modernismo californiano".
Otro de los elementos distintivos de la arquitectura de Erlich, es el gran muro central en piedra que sostiene la casa longitudinalmente y organiza todo el programa.
"Es como una piedra estructural, que da la sensación de ser una pared antigua, pero al mismo tiempo hace contrapunto con un elemento de muy alta tecnología, como el puente de vidrio suspendido por cables de acero. Me encanta este contrapunto entre elementos muy contemporáneos y elementos muy terrenales y crudos", explica.
Otro de sus objetivos es lograr ambientes serenos, bajo la premisa de generar islotes de calma en un mundo caótico.
La yuxtaposición de elementos, la riqueza de materiales, el uso de técnicas avanzadas, las texturas y sensaciones que proporcionan los elementos, apuntan siempre a conseguir esta atmósfera de paz.
Por otro lado, alma social, creó otra ala donde dispuso un cuarto en suite para las visitas y en la planta baja, su atelier. "Siempre pensé construir la segunda casa allí porque nos gusta recibir amigos y familiares que vienen de afuera. Además me gusta el modo en que la energía, la actividad y las sensaciones de allá vuelven hacia este lado de la casa".
El mobiliario tomó tres años en llegar al punto de equilibro de confort y diseño, siempre conciliando los gustos no tan disímiles entre Steve, preocupado por la estética y su esposa, enfocada en la practicidad y comodidad. Por ejemplo el sillón de la sala, la mesa de centro o los sillones en cuero, pedido puntual de Nancy, fueron diseñados por Erlich junto con David Albert, diseñador de muebles.
El arte que viste las paredes también cobra protagonismo. "Me gusta tener grandes paredes capaces de sostener grandes obras de arte. Aquí, por ejemplo tenemos estas grandes pinturas de Ed Moses, un increíble artista de California de 82 años de edad", anota Steve. 
Para el arquitecto, su profesión significa también una actitud hacia la vida. "Habiendo vivido tanto tiempo en el extranjero, siempre interesado en aprender de otras culturas, e incorporar esas experiencias y aprendizajes al servicio de una nueva arquitectura", explica.
La mirada particular de este autor sobre la creación arquitectónica, pone la tecnología al servicio de la sensibilidad, el sentido común y la comodidad para que habitar un espacio sea lo más natural y agradable posible, tal como lo ilustra esta casa.
"Creo que la arquitectura se refiere a las sensaciones y la gente entra acá y entiende esa sensación. A medida que uno se mueve por la casa, es como una coreografía, donde cada uno va sintiendo diversas emociones y sentimientos al recorrer este lugar", le dijo este gran creador a “eH!”. 

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