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ABIERTAS AL CAMBIO
Sugerencias para cambiar las puertas de la casa. Los modelos más aconsejados por los especialistas. Cómo evitar la realización de obras. distintos tipos de hojas. Enchapadas con molduras o macizas.

Por distintos motivos el cambio de las aberturas de la casa puede significar la búsqueda de una modificación de las condiciones estéticas de la misma, o simplemente una mayor eficiencia y funcionalidad de estos elementos arquitectónicos tanto interiores como exteriores.
Es por esto que la elección de estas carpinterías debe ser encarada desde estos aspectos antes señalados tanto en conjunto como separadamente.
Por ejemplo, las diferencias entre los diversos tipos de puertas que se pueden conseguir en el mercado se basan en el sistema de apertura, el material utilizado y su armazón, dentro de un determinado segmento diferenciado en cuanto a prestación y costo final del producto. Si se considera sólo el sistema de apertura, existen básicamente tres modelos: las puertas de abrir, que son las más utilizadas y las que llevan cierre tradicional con manijas ; las corredizas, que se deslizan por unos rieles instalados en la parte superior o inferior de la puerta; y las de vaivén, que llevan una bisagra especial para que la puerta pueda abrirse en un ángulo de 180 grados.
Si la idea es mantener bien cerrada la habitación, conviene elegir allí una puerta de abrir o rebatible de mano derecha o izquierda según sea la posición final de la hoja abierta. Este tipo de puerta es el único que permite colocar una manija a gusto y, si es de calidad, puede cerrarse casi herméticamente.
Por su parte las corredizas son una solución a los problemas de espacio, aunque nunca cierren tan bien como las anteriores y pueden no ser la mejor opción para cocinas, baños y toilettes.
Sin embargo, resultan apropiadas para separar ambientes, como la zona de estar y la del comedor.
Las puertas de vaivén son muy prácticas en la cocina porque se abren fácilmente, aunque se tengan las manos ocupadas, y se cierran solas impidiendo que se vea su interior. Se recomienda que no eviten totalmente la visual para poder ver si hay alguien detrás cuando se van a abrir
Si se va a elegir una puerta con hoja de madera hay que saber que vienen distintos tipos de armado de las mismas, lo que configura el grado de resistencia y en gran medida de durabilidad de la hoja.
Las de hoja hueca son de menor calidad y muy frágiles, en tanto que las enchapadas, que básicamente se fabrican de aglomerado, o de listones de pino, resisten un poco mejor los golpes y son de fácil mantenimiento. En otro segmento en cuanto a su calidad están las puertas de hoja maciza, que son aquellas que están confeccionadas con una plancha de madera entera, lo que las hace más resistentes, pero hay que considerar que también son las más caras. Dependiendo del tipo de madera utilizada, igualmente necesitan de un cierto mantenimiento para su duración, fundamentalmente si están expuestas a los agentes climáticos como el sol y la lluvia principalmente.
Otro punto importante es el espesor de la puerta; en el caso de que se decidiera cambiar la abertura completa, el marco puede ser tanto de madera dura como de chapa dependiendo de las variantes tanto estética como económica. Y el ancho del marco dependerá del espesor de la pared, por lo que cuando se va a comprar hay que tener este dato a mano así como también, en el caso de las puertas de abrir lo que se denomina “la mano”.
Es decir si se abre hacia la derecha de la abertura o hacia la izquierda, ubicándose frente a la abertura elegida.
El espesor estándar de una puerta interior es de unos 40 centímetros, y en la medida que este sea superior se ganará en la resistencia al golpe de la hoja.
Las puertas lisas de madera natural y sin barnizar son las más económicas, y siempre se recomienda protegerlas con algún producto impermeabilizante para madera, por lo que se deberá consultar en una pinturería.
Las puertas enchapadas para barnizar son las más baratas y las que más se usan para el sistema corredizo, aunque cambiando el tipo de guías se puede hacer corrediza cualquier tipo de puerta.
En tanto que las que llevan molduras son más apropiadas como puertas rebatibles y para dar la impresión más clásica a todo el ambiente en el cuál se va a instalar.
En cuanto a las molduras decorativas se pueden agregar después a las puertas de hojas lisas, otorgandoles así también la idea clásica o más conservadora.
También están las puertas de hojas laqueadas que ofrecen un amplio abanico de posibilidades, ya que pueden ir con molduras, con vidriera o ser totalmente lisas.
Se usan mucho como corredizas y en el sistema de vaivén, y se pueden conseguir en muchos colores distintos.
Son un poco más caras que las barnizadas.
Las puertas acristaladas son idóneas para espacios que no disponen de suficiente luz natural, como recibidores y pasillos. Los modelos con vidrios permiten aprovechar la luz que reciben los otros ambientes contiguos. Se pueden fabricar con diversas clases de cristal y en diferentes espesores, y en la medida que cuenten con más cristales encarecen la abertura.
Para aprovechar al máximo la luz, es mejor elegir cristales semi translúcidos y blancos, en tanto que si no es muy importante esto la elección se orienta hacia los cristales al ácido.

 



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