Cuando el estadio Roberto Carminatti era una hoguera, Olimpo consiguió ante Gimnasia de Jujuy un agónico triunfo por 2-0.

La victoria cayó en el último suspiro del partido, con enorme sufrimiento y una buena cuota de fortuna. Por ese motivo, y porque era ante un rival directo en la lucha por la permanencia, los bahienses festejaron muchísimo estos tres puntos que les dan un algo de respiro.

Es que aunque los dirigidos por Daniel Florit (1.059) siguen en descenso directo, se le acercaron a Gimnasia (1.118), que está por ahora en promoción.

El empate parecía instalado y sellado en Bahía, pero a los 45 del segundo tiempo un pelotazo largo y que parecía no tener peligro, aterrizó en la calva cabeza de Héctor Desvaux, que venció a su propio compañero Nereo Fernández y desató un intenso festejo en el Carminatti.

A esa altura Olimpo estaba con un hombre menos, por la expulsión de Martín Wagner. El que lo siguió, a los 49, fue Diego Mateo cuando el partido ya estaba realmente caliente.

El 2-0 definitivo llegó en el sexto minuto adicionado al tiempo reglamentario, luego de una definición del ingresado Mauro Olivi.