Independiente y River jugaron un partido abierto, pero sin arcos.

Independiente y River jugaron ayer un partido vibrante y entretenido en el Cilindro de Avellaneda, pero no acertaron en la definición y terminaron como empezaron, con los arcos cerrados. El resultado fue negativo para ambos porque River dejó la cima del torneo Clausura y quedó a dos puntos del ahora único líder, Estudiantes, mientras que Independiente quebró una racha de cinco triunfos consecutivos y se alejó seis puntos del "pincha".

El primer tiempo fue dinámico, de ida y vuelta, aunque hubo pocas chances para convertir debido a que a los dos equipos les faltó sorpresa para terminar sus jugadas. River manejó mejor la pelota y sorprendió a Independiente con Paulo Ferrari jugando como volante derecho.

El "millonario" fue prolijo para transportar el balón hasta tres cuartos de cancha, pero de claridad para abastecer a sus hombres de punta. La única oportunidad que tuvo en la parte inicial fue a los 11 minutos: Sebastián Abreu bajó un centro para Radamel Falcao García dentro del área y el colombiano remató por encima del travesaño.

Emparejó el "rojo"

Después de los 20 minutos Independiente emparejó el juego porque Lucas Pusineri y Damián Ledesma se hicieron fuertes en el medio del campo, y además comenzó a aparecer el estratega Daniel Montenegro. Pero extrañó al colombiano Freddy Grisales para hacer circular con precisión el balón en los últimos metros y acompañar a Montenegro en la conducción. A los 27 el local tuvo su chance más clara de la etapa inicial. Montenegro envió al área un tiro libre desde la izquierda y,tras varios rebotes, Pusineri remató defectuosamente a un metro del arco y Carrizo salvó la situación sobre la línea.

En el complemento el partido no varió porque los dos siguieron yendo al frente, aunque continuaron sin acertar a la hora de la verdad. Independiente tuvo a los 2 minutos una oportunidad neta a través de Ismael Sosa. El delantero definió ante la salida de Carrizo y Leonardo Ponzio sacó la pelota antes de que ingresara al arco.

River mejoró con el ingreso de Ariel Ortega, pero quedó desequilibrado en el medio por la salida de Augusto Fernández. De esta manera, cada ataque parecía tener destino de gol. Los minutos finales fueron favorables a Independiente, porque River, sin Oscar Ahumada, quien salió lesionado, no hizo pie en el mediocampo. Al final, el empate fue justo: los dos tuvieron situaciones propicias, pero a la vez mostraron errores, sobre todo en la definición.