>
No hagan la vista gorda

Los incidentes que provocaron la suspensión del partido Independiente-Villa Iris levantaron mucha preocupación. Es que, como nunca, en esta oportunidad se vio que no importa el número cuando la irracionalidad se empecina en hacer de las suyas.

Para ser más concretos, fue un puñado de violentos el que decidió dirimir sus diferencias en la cancha de Pacífico. Con eso alcanzó para empañar el apasionante acto del fútbol. Incluso muchos de estos delincuentes, días después, se jactaron de haber ido a la cancha en busca de peleas y revanchas de viejas batallas, no de goles y alegrías propias.

"Así no va más. No se puede disponer de 100 policías para cuidar a 50 bárbaros. De esta forma los clubes van a desaparecer, Lifune va a desaparecer", dijo un ex dirigente aún ligado a la institución.

Si en el fútbol grande la violencia se mide en términos industriales, aquí apenas si existe en envase "artesanal". Por eso es inentendible que 30 hinchas con aspiraciones de barras logren detener un partido. Hace un tiempo se anunció, con bombos y platillos, la aplicación de la ley de espectáculos deportivos. ¿En qué quedó? No se sabe, seguro que algún archivo.

Por ahora, en la región el único que tomó el toro por las astas fue Cipolletti, donde ya son 13 los barrabravas que tienen prohibida la entrada a la "Visera".

Es cierto, varios de ellos continúan actuando en la periferia e incluso algunos venden entradas a hinchas por sólo 5 pesos. Igual, desde que se instauró el derecho de admisión la violencia se extinguió.

Lo que dice aquel ex dirigente es cierto. Sería una locura pensar en disponer de un efectivo por hincha. Como también parece irracional creer que lo de Independiente-Villa Iris fue un hecho aislado, porque se ha dado en Roca, Centenario, Sapere, Cutral Co...

Aquí los directivos no pueden hacer la vista gorda. Ellos los conocen y son los únicos que tienen los instrumentos para impedir que ocurra. Si no lo hacen, serán coautores de esos que se creen más protagonistas que los protagonistas. Porque las canchas locales no sólo se ven despobladas por escasez de buen fútbol. Que quede claro.

 

SEBASTIÁN BUSADER

sbusader@rionegro.com.ar



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí