Cuando los jugadores de River se asomaron por el túnel y pisaron el césped, una lluvia de maíz lanzada por plateístas riverplatenses cayó sobre sus cabezas. Era el indicio de otro Monumental complicado. Y las cosas no pudieron seguir peor: a los 26 minutos Gimnasia ganaba 1-0. Pero la tarde que empezó muy mal tuvo un final feliz para River. Ganó 4-2 y sigue líder del torneo Clausura, junto con Estudiantes, después de una semana muy dura que incluyó la derrota ante Boca en La Bombonera y la eliminación de la Copa Libertadores frente a San Lorenzo. El primer tiempo fue la imagen del River quebrado por los dolores de la frustración en la Copa cuatro días atrás, pero en el segundo se recuperó y consiguió el aire de esperanzarse con el título. A los 26, Domínguez lanzó un centro desde la izquierda, que tomó Piatti. Enganchó ante la salida de Carrizo, lo dejó tirado en el piso y definió con clase. A los 36 Matías Abelairas sacó un zurdazo al ángulo desde 25 metros y puso el 1-1 que era injusto por lo hecho por uno y otro hasta ese momento. Pero la justicia llegó a los 40 cuando Neira, cara a cara con Carrizo, marcó el 2-1 parcial. Sin embargo, todo cambió en el segundo tiempo. Con los ingresos de Ortega y Ahumada River se mostró más sólido de mitad de cancha hacia adelante. Se soltó Abelairas y enseguida alcanzó el empate. Abelairas sacó un centro preciso que Buonanotte mandó al fondo del arco. Y tres minutos más tarde Alexis Sánchez desbordó por derecha y sacó un centro que Abelairas impactó de volea para clavar el 3-2. A los 13 se fue expulsado Ormeño y Gimnasia perdió el control del juego. El equipo de Simeone lo liquidó a los 29 cuando Ortega cacheteó un centro enviado por Buonanotte. Al final de la tarde, River seguía líder y el maíz que había recibido al equipo ya había sido devorado por las palomas del Monumental . Y una tarde el Cholo habló Pasaron la derrota ante Boca (1-0) y el empate frente a San Lorenzo (2-2) traducido en eliminación copera y Diego Simeone no dijo una palabra. “Hay momentos en que es mejor trabajar que hablar”, se justificó el Cholo, que ayer sí habló. “Hay cosas que no se pueden explicar -dijo con respecto al partido con San Lorenzo-. No fue una cuestión de huevos o de actitud. Lo que nos faltó fue inteligencia para mantener el resultado. Pero en el global de los dos partidos River fue superior, salvo en esos diez minutos fatídicos”. Sobre el triunfo ante Gimnasia, Simeone remarcó: “En el segundo tiempo demostramos que tenemos condiciones para estar donde estamos. No veníamos de un buen momento. La gente estaba enojada y no es fácil jugar así, pero seguimos en la pelea. En la vida suceden cosas que te pueden dejar llorando. Te podés levantar o no. Y nosotros en el segundo tiempo lo hicimos. Por eso los que aspiran a que a River le vaya mal van a tener que seguir esperando”. Una eliminación sin anestesia Un clima de apenas resignación tras la victoria dejó en evidencia que la goleada sobre Gimnasia La Plata no alcanzó para anestesiar el dolor por la eliminación de la Copa Libertadores ante San Lorenzo. Sólo alcanzó para atenuar la decisión de los hinchas de no visitar el hall de la sede del club, bajo el anillo del Monumental, como ocurrió tras la noche aciaga del jueves . El prólogo auguraba un panorama tensionante, cuando los silbidos coparon el ambiente en el anuncio de la formación a través de la voz del estadio, que continuaron ante la mención de Diego Simeone. Pudo haber sido peor tras el ingreso de los futbolistas riverplatenses, bajo una lluvia de granos de maiz, banderas dadas vuelta y silbidos mezclados en aplausos resignados. El tránsito de la cancha al vestuario fue otra travesía doliente para los futbolistas y el técnico, con insultos por doquier. Los tres goles en el período final bajaron los decibeles, aunque no para el presidente José María Aguilar.
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