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Fontana cumplió su promesa
Volvió a ganar después de casi cuatro años con Toyota. Hubo una multitud en Roca.

Un día iban a terminar las pálidas para Norberto Fontana y también para el equipo Toyota. El "Gigante" edificó una obra maestra en el autódromo roquense, colmado como pocas veces se lo vio en los últimos tiempos. ¿Casualidad o destino? El triunfo llegó a casi tres años de su última conquista en el TC 2000. Y tiene mayor relevancia porque lo consiguió en uno de los clásicos de la popular categoría.

Hacía tiempo que Fontana no era protagonista y se sacó toda la mufa de encima con un histórico doblete, porque primero se llevó la prueba clasificatoria y después la final.

"Ni con una orden de un juez me sacan la punta", aseguró el "Gigante" apenas terminó la clasificación sabatina y se enteró que largaba desde la "pole" la prueba clasificatoria.

Por el sistema de penalizaciones que tiene el TC 2000, el arrecifeño se vio beneficiado y largó adelante. La clasificatoria fue un "carrerón". Fontana movió perfecto y se fue adelante. Atrás se armó el caos. Varios se pegaron en la curva uno.

Después de la neutralización para limpiar la zona del accidente, Fontana impuso un ritmo demoledor. Juan M. Silva, inspirado desde que pisó Roca, empezó a apilar rivales, pero cuando limpió el camino el "Gigante" tenía la prueba clasificatoria definida.

Más atrás, Gabriel Ponce de León se acomodaba tercero y mostraba la mejoría de su auto, lo mismo que el bicampeón Matías Rossi viniendo desde atrás.

Claro, los golpes dejaron sus secuelas. El líder del certamen Guillermo Ortelli abandonó rápido; Juan M. López se pasó en un frenaje y también quedó afuera, y en el mismo cierre Martín Basso se pegó un palazo en el curvón, después de un toque de Mariano Werner, excluido de toda la programación.

La final aparentaba ser otra cosa. Toyota se ilusionaba con el rendimiento del Corolla y los recursos de Fontana; Honda apostaba sus fichas al "Pato" Silva, lo mismo que Ford con Ponce de León, Renault con el "Granadero" Rossi, y Chevrolet con Christian Ledesma.

La largada era decisiva, como también el tránsito por la primera curva. Fontana se bancó la apretada de Silva, también de Ponce de León y Rossi.

La prueba tuvo momento en los que abundaron los toques en el pelotón intermedio, porque adelante Fontana estaba en otra dimensión.

Pero cuando empezó a promediar la exigencia Fontana empezó a ver como se agigantaba la figura del Civic de Silva, también se achicaban Ponce de León y Rossi.

A seis vueltas del cierre, entró el auto de seguridad y no quedó otra que empezar de nuevo. La prueba ganó en temperatura, se hizo emotivo y el final estaba cargado de suspenso.

La lucha entre las cinco marcas le devolvió la expectativa a los aficionados. Hasta Ledesma se arrimó al cuarteto de punta con su Astra, lo mismo que Ortelli, en una sensacional recuperación.

Silva fue por la hazaña y su cuarta victoria en Roca, pero al "Gigante" le sobró jerarquía para bancarse el apretado final que decretó su vuelta al triunfo, el décimo en la categoría, y el decimoquinto del equipo.

Hubo tiempo para más. Rossi fue penalizado por un toque a Ponce de León, quien perdió varias posiciones, y se cayó de la clasificación, lo que beneficio a Carlos Okulovich, de gran tarea, y a Ortelli, cuarto después de largar 28.

Otro que se lució fue "Pechito" López, quien llegó séptimo luego de iniciar la final en el lugar 25.

En las tres primeras vueltas avanzó quince lugares, después la tarea se hizo más complicada.

Entre los que no respondieron como esperaban, en primer lugar estuvo Chevrolet, complicadísimo con sus Astra.

Un domingo volvió Fontana, también Toyota recuperó su protagonismo en el TC2000.

El "Gigante" cumplió con la palabra empeñada y ahora se empieza a anotar como candidato al título.

 

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