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Sólo le faltó sumar

"Cipo" fue al frente y le jugó de igual a igual al "cuco" tucumano, pero perdió 1-0.

TUCUMÁN (Joaquín Peralta, enviado especial).- Si a los 46 del segundo tiempo el frentazo de Raúl Ruiz, sí, de Raúl Ruiz, no lo hubiese despejado en la línea su colega Ischuk se estaría hablando de una hazaña. "Nos vamos conformes, pero amargados", dijo Domingo Perilli, en una frase que sintetizó la apretada victoria de Atlético Tucumán sobre Cipolletti, por 1-0, en el inicio del cuadrangular que llevará a la final del Argentino A.

Más allá de todas las especulaciones en contra, "Cipo" fue un equipo de hombres que se paró como tal. Es cierto, durante los primeros 45 minutos fue superado y no manejó el balón, pero en el Monumental de Tucumán quedó bien en claro que el albinegro también es de temer.

Con mucha actitud, los de Perilli jamás se amilanaron ante las 25 mil gargantas en contra. Atlético, que lo triplica en presupuesto y simpatizantes, salió desde el primer segundo a buscar la ventaja, pero se topó con un equipo decidido y con un Ruiz en su mejor momento. El local apretó con centros y el '1', junto a Cristian Martínez y Roberto Muñoz, jamás falló.

A los 10 la defensa visitante quedó mal parada y Claudio Sarría le vio la cara de cerca a Ruiz, por primera vez, pero el mano a mano fue del arquero. La réplica cayó con una combinación entre Bruno Weisser y Leandro Dómini, un centro de "Mojarra" y una reacción, tardía pero efectiva, de Ezequiel Luna, cuando el "Loco" Padua ya se relamía.

A los 20 Martínez abortó en la línea del arco el grito del "Decano" y sobre los 27 Ruiz volvió a vencer en el duelo ante Sarría, luego de una mediavuelta de "Café" dentro del área chica.

Cipolletti lo aguantó con una buena tarea de Larenas y, aunque extrañó a Carou, llegó a los 43 con otro centro de Dómini que casi termina en gol de Padua. Esa jugada devino en córner y en un pedido de penal que Exequiel Blanchet no oyó.

En el epílogo hubo dos cotejos. Hasta los 23, cuando Blanchet vio falta dentro del área de Manuel Berra a Gastón Leva, casi todo fue de Atlético. De ahí en más, Cipolletti se despertó y acorraló el "cuco" del grupo. Aunque varios jugadores visitantes lo pusieron en duda, el penal de "Manolo" existió y Sarría al final pudo vencer a Ruiz.

Entonces el albinegro decidió ser más audaz, Perilli mandó a Julio Ibáñez a la cancha y a partir de ese momento Atlético tuvo problemas.

Antes de salir, a los 30, "Picachu" Weisser le dio con alma y vida y el balón besó uno de los palos, y pisando los 32 su reemplazante, Henry Sáez se la dio a Ibáñez y el "Guante" le pegó por arriba en una determinación errónea, porque Padua entraba como una tromba.

Atlético se replegó, 25 mil almas comenzaron a sufrir y a los 45 Leva vio la roja. Entonces Ruiz se envalentó y fue a buscar la heróica en el último córner. Su frentazo lo despejó Ischuk y en la contra casi lo liquida Luna, pero su disparo mutó en un blooper. El final fue infartante y el albinegro tuvo una más, pero la buena jugada de Sáez terminó en un despeje, cuando la pelota se dirigía a la cabeza de Padua.

Este partido y la victoria visitante de Talleres de Perico ante Unión de Sunchales (3-1) hablan de un grupo que estará cerrado, no exento a las sorpresas.



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