>
"Morir en el intento"

Si la muerte no llega por una enfermedad llegará por el disgusto, si tienen la suerte de que la obra social PAMI vele por su salud.

Hace un tiempo comencé a averiguar por una operación de cataratas, a lo que me respondieron que ingresaba en una lista de espera de aproximadamente dos años. Juntando peso a peso me operé, ya que de otra manera seguramente hubiera quedado sin visión mientras esperaba en la famosa lista. Entonces decidí solicitar el reintegro de la cirugía o el reconocimiento de algo de los gastos, pero obtuve un "no" como respuesta, dado que ya me había operado y pagado por mi cuenta (¿?). Igual, esto sería lo de menos.

Mi esposo ha tenido la desgracia de tener un sarcoma en una de sus piernas que requirió de amputación en el 2006. No fueron pocas las vueltas que dimos, aunque eso es historia pasada. Gracias a Dios pudimos comprar una prótesis como la gente para que se rehabilitara y volviera a andar sin problemas ya que la que le había dado PAMI nunca la pudo usar, como la ortopedia no era de la zona tardaron meses en entregarla... y ni pensar que fue llamado o visitado para el control de adaptación y mucho menos pretender que la arreglaran.

Pero lo más trágico llegó después: aparecieron metástasis pulmonares y se tramitó la droga indicada por el oncólogo -que por supuesto no estuvo disponible pronto-. Luego tuvimos que comprar en dos oportunidades (y en cuotas) una droga para evitar la baja de glóbulos blancos, porque PAMI hasta que éstos no están bajos no la autoriza; de prevenir, ni hablar. En una oportunidad tuvo una descompensación que requería internación y la búsqueda de una cama fue realmente una odisea, porque en algunos lugares si uno dice ser de PAMI argumentan no tener cama (¿por qué será?).

La historia continúa con el rechazo de otra droga indicada por el médico siguiendo el protocolo para este tipo de tumores. El pedido se inició en septiembre u octubre del 2009, fue a Buenos Aires y volvió rechazado porque dijeron que había que ponerle otra, a lo que el médico explicó que esa otra no se la colocaba por los problemas cardíacos del paciente. El pedido volvió a Buenos Aires y llegó otra vez rechazado en enero de este año... ¡por el mismo motivo que antes! ¿Qué parte no entienden los de Buenos Aires? ¿Creen que los médicos de acá tocan de oído? ¿No saben que se forman en los mismos lugares que ellos? ¿Hacen tiempo con estas idas y venidas para ver si los abuelos pasan a mejor vida y se ahorran unos cuantos pesos? ¿Quién se va a hacer cargo de estos meses perdidos? Por supuesto que el oncólogo volvió a argumentar lo mismo: su corazón no está preparado para recibir la droga que ellos sugieren. Entonces, ¿lo dejamos morir sin el intento de aplicar una droga alternativa? ¿No es que la medicina no es exacta y que cada persona puede responder de modo diferente a los tratamientos?

Sea como fuere, seguiremos peleando por lo que corresponde, por lo menos desde nuestra lógica. Ya tenemos todo listo para entablar una posible demanda legal, pero no quisiéramos llegar a eso. Ah, me olvidaba, además tiene un certificado de discapacidad, ¿no es que por ley le deben cubrir lo necesario para tener una mejor calidad de vida? Claro, si no se lo dan, nunca vamos a saber si eso le daría una mejor calidad de vida.

¿Alguien puede explicar esta manía de PAMI de hacer todo tan difícil? Habría que ir a Buenos Aires a preguntarles a los sabelotodos que están allá, pareciera que dirigen una sucursal de Dios con la verdad absoluta. Claro que no debe ser el mismo Dios que el mío, Él no creo que esté de acuerdo con este abandono de persona, con el daño emocional y psicológico que le producen a una persona grande con tantas ganas de vivir.

En fin, los que todavía no entraron a este paraíso PAMI, vayan preparándose desde ahora. Tal vez algún día cambie y yo no esté para verlo.

Alicia Beatriz López, LC 0.556.394 - Fernández Oro



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí