Todas las semanas sale publicada alguna nota sobre la contaminación del río Negro -es imposible bañarse en la Isla Jordán, al río Neuquén tiran aguas servidas, el río Colorado, los lagos cordilleranos, etcétera- y no veo que se tomen medidas ni que sean enjuiciadas las autoridades gubernamentales que deberían controlar la situación. Si lo hicieran, quienes vivimos en esta zona privilegiada de ríos de agua dulce hasta podríamos beber agua potable sin necesidad de comprar las tratadas y envasadas o minerales.

Mi idea es ofrecerles a los ambientalistas que cortan nuestros puentes con Uruguay inútilmente, ya que no han podido demostrar la contaminación declamada, que vengan a esta zona y tantas otras del país donde tenemos plantas de celulosa, a la zona del Riachuelo, etcétera; así mataríamos dos pájaros de un tiro pues solucionaríamos nuestros problemas internos y también los que tenemos con los hermanos uruguayos. Los gobiernos, obviamente, deberían brindarles viviendas para que se trasladaran y desarrollaran esta noble tarea.

Eduardo E. Lefévre, LE 7.354.808

Cipolletti