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"Beto, un papá incondicional"

El 31 de diciembre, a media hora de recibir el nuevo año, me llamó mi hermano para avisarme que nos habías dejado, que habías dejado de sufrir. Por un instante todo se nubló, corrí al Policlínico Neuquén para darte el último beso, abracé y contuve a mi hermano y juntos te dijimos adiós por última vez.

Para mí en especial fuiste un papá incondicional; me acompañaste, siempre tuviste una palabra de aliento, un consejo. Tuve todo tu cariño, al igual que mi hermano, compartimos tantas hermosas vivencias...

Por diferentes causas familiares ajenas a mí y a mi hermano, en estos tres meses de tu última enfermedad no logré estar muy cerca tuyo. Lo acepté y respeté, porque vos me lo pediste y me dijiste que yo igual sería tu hija regalona toda la vida, junto a tu negrito.

Hoy que ya no estás quiero expresarte a través de este medio que llegará al cielo, donde tú estarás, lo mucho que te quiero y agradezco todo lo que me enseñaste e hiciste por mí. Nunca voy a olvidarte. Nos quedan muchos recuerdos familiares.

Con mi hermano estamos tranquilos porque sabemos que tenés paz y nosotros y nuestros amigos elevaremos oraciones por tu alma.

¡Te queremos mucho! Tus hijos José Damián y Romina te recordaremos siempre.

Romina Soledad Sombra, DNI 29.419.517

Neuquén



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