Hace poco me enteré de las advertencias del cura Von Wernich a los jueces de Argentina sobre su inexorable sometimiento al Juicio Final por haber enviado presos a quienes -él incluido- se consideran víctimas por ideología, odio o revanchismo. La historia de fondo es harto conocida para andar repitiéndola otra vez.

Es probable que el cura citado se haga los rulos pensando que se va a vengar de los jueces adversos cuando llegue ese día...

Quiero expresar mi repugnancia absoluta a sus declaraciones y a su persona, lo mismo que a todos aquellos que han utilizado las creencias religiosas, en este caso católicas, para servir no a Dios sino al demonio, suponiendo que éstos existan. Dejo la duda para que no se sientan atacados por mí los defensores del ateísmo, y no porque yo crea o no crea, lo cual es intrascendente.

Lo que me gustaría ver es que en el seno de la propia Iglesia Católica surgiera alguna vez -o nuevamente, mejor dicho- una enseñanza moral y una condena a quienes en ella han utilizado la violencia en todas sus formas como herramienta de dominación corporativa e individual. Lo cual también espero de los hombres de armas que se avergüenzan de ser confundidos con quienes fueron sistemáticos asesinos y torturadores.

Desgraciadamente, personajes como el citado abundan en la Iglesia Católica, que hacen constante violencia a la paz y el amor cristianos. Sin embargo, también existen y existieron seres humanos que fueron extraordinarios apóstoles, así como han existido militares que han elegido estar junto al pueblo para servirlo y que también han sido muchos y muy grandes.

¡Cuánta agua ha corrido bajo el puente desde que en la década de 1930 una famosa revista argentina dijera que "después de la del sacerdote, la dignidad del soldado es la primera sobre la tierra"!

¡Qué mentira! ¡Qué falsedad! No existen jerarquías en cuanto a la dignidad; todos los seres humanos tenemos la misma dignidad, en consecuencia merecemos por igual la libertad, la igualdad y la justicia.

Y que bajo esos mismos principios se nos aplique la ley sin miramientos toda vez que sea necesario, sin distinción de estado o fuero, incluidos los mesiánicos civiles.

Carlos Schulmaister

DNI 8.309.517

Regina