Hace seis meses le diagnosticaron a mi hijo mayor una enfermedad de la vista llamada queratocono. Nosotros contamos con una obra social prepaga empresarial, la cual no tiene en toda la zona convenio con oftalmólogos. Luego de realizar consultas con varios profesionales oftalmológicos en la región, abonando la consulta nosotros, fuimos derivados por esta obra social empresarial al Centro Quilmes en la provincia de Buenos Aires, con un profesional de su cartilla especialista en esta enfermedad.

Cuatro veces hemos tenido que ir a Buenos Aires tanto por consultas como por procedimientos quirúrgicos para mejorar la vista de mi hijo. De ellos únicamente se nos reconoce la consulta, los procedimientos quirúrgicos, el hotel y los pasajes, pero por reintegro.

El último procedimiento quirúrgico solicitado por el profesional capacitado fue un crosslinlink, lo cual es por reintegro, y nos dijeron que también estaba incluido el hotel. Pero la sorpresa fue mayor cuando el día sábado en Buenos Aires nos cortaron la estadía, siendo que no conocemos a nadie allí y mi hijo estaba en un posoperatorio, realizándose las curaciones necesarias tras la cirugía. Ante la imposibilidad de pagar un hotel, recurrí nuevamente al Sindicato de Personal Jerárquico de Río Negro y Neuquén y me dieron la posibilidad de hospedarnos hasta el alta médica.

Sería importante que los legisladores nacionales se pusiesen a mejorar el Programa Médico Obligatorio que regula las normativas a las obras sociales, porque parece que la tecnología médica va más rápida que las leyes y los afiliados nos vemos en la obligación, por esos baches legales que no incluyen muchas prácticas, a recurrir a amparos, mientras las obras sociales se hacen las distraídas por no estar en el PMO.

Paula Paniceres Dillon

DNI 22.139.828 - Roca