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"Adiós al gobernador Ramos Mejía"

Quisiera compartir con Río Negro un homenaje que deseo hacerle a mi queridísimo abuelo, el arquitecto Carlos Santiago Ramos Mejía, que durante las presidencias de Aramburu y de Guido fue nombrado interventor de esta tan querida provincia.

Su primer período fue desde el 26 de abril de 1957 hasta el 30 de abril de 1958 y el segundo, desde el 16 de junio de 1962 hasta el 11 de octubre de 1963.

Recuerdo cómo durante toda mi vida mi abuelo, con orgullo y humildad, nos contaba las historias de cuando fue gobernador de Río Negro, cómo fue que Guido y Aramburu le confiaron la responsabilidad de llevar orden, progreso y paz a la provincia, ocupándose de entregar el mando al primer gobernador constitucional de la provincia luego de que él mismo llamara a constituyentes...

Siempre habló de Río Ne-gro con mucho cariño y con una sonrisa en la cara que nos hacía sospechar que un gran deseo de él hubiera sido volver a vivir allí... en los paisajes más lindos y tranquilos, como el mismo nos contaba.

No solamente fue un excelente gobernador que llevó a cabo la tarea que le fue encomendada de manera honesta prolija y pacífica sino que también fue un gran abuelo que predicó con su propia vida, transmitiéndonos siempre valores incorruptibles de honestidad, verdad y justicia.

No fue un político, fue tan sólo un humilde arquitecto comprometido con el país que eligió poner su granito de arena en esa provincia. Es por eso que en nombre suyo me tomo el atrevimiento de mandarle un gran abrazo a esa provincia que fue su casa, su hogar; me tomo el atrevimiento de despedir a Río Negro en su nombre como él hubiera querido hacer seguramente en Viedma, Bariloche o Choele Choel, donde aún conserva un pequeño campito que nunca quiso vender, seguramente para no despegarse de esa tierra tan pero tan querida para él y mi abuela.

Espero que esta carta sirva para que los más antiguos de Río Negro puedan recordarlo un instante al menos y que puedan despedirse de una persona noble y honesta que falleció en Buenos Aires el mismo día de su cumpleaños número 91 (7/12/09/), sin un peso en el bolsillo porque nunca tuvo mas de lo que le correspondía tener por su esfuerzo y trabajo.

Yo le digo adiós, hasta siempre, a un gran abuelo. Un ejemplo de honestidad, alguien que luchó para su país (o un pedacito de él) esté en mejores condiciones y no se llevó nada en los bolsillos que no le correspondiera. Ojalá podamos escuchar más historias así.

Muchas gracias Río Negro por las alegrías que le dieron a mi abuelo. Con mucho cariño.

Lucas Maciel Ramos Mejía

DNI 30.989.733

Martínez (Pcia. de Bs. As.)



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