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"Ma sí, me voy a robar"

Estábamos en la plaza de la gran ciudad, un lugar turístico por excelencia, con una amplia oferta de artesanos promoviendo y vendiendo sus creaciones, varios turistas recorriendo, mirando y comprando? Algunos bailarines, contratados por el municipio seguramente, exhibían sus destrezas? De repente, apareció un muchacho de unos 30 años, entre "tumbero" y fracasado, refunfuñó a sus amigos, unos cinco similares a él, y dijo: "Ma sí... voy a robar". Venía de caminar calles bajo el ardiente sol del mediodía, tratando de vender y regresando con los bolsillos vacíos? y con gran impotencia exclamó ese gemido?

Ya a punto de finalizar el 2009, unas trescientas mil personas se quedaron sin trabajo a lo largo y ancho de la República Argentina. La violencia crece raudamente, todos los días -según los noticieros- el asalto seguido de asesinato se vuelve moneda corriente, con la novedad que ya las ciudades comienzan a cansarse y miles y miles de vecinos se aglutinan ante las comisarías demandando justicia...

La voz y palabras de un periodista me retrotrajeron a finales de 1975, comienzos de 1976: los piqueteros marxistas coparon la Plaza de Mayo... marxista", "subversivo", "enemigo de la Patria ", ésas eran palabras clave en el Proceso de Reorganización Nacional.

Los contrastes son cada vez más abismales. Los que tienen, los que no tienen. Sin generar culpas, no hay por qué tenerlas. Hay que disfrutar lo más posible de esta vida.

A la vuelta del Colegio Nacional de Adrogué se realizó en el origen de la ciudad, seguramente por constructores masones, valga la redundancia, un ambiente mágico, es como trasladarse a Europa, a otro lugar, a otro ámbito; la confluencia de tres esquinas, con un aire totalmente diferente... un estilo sumamente europeo, pero no de un gran sector sino de esos escasos metros, como si fuese una postal, una realidad virtual, pero palpable por cada transeúnte...

En la orilla de nuestras casas se establecieron los asentamientos, con la misma pobreza y explotación de las tribus nigerianas... "Feliz Navidad" comienzan a saludarse unos a otros, con gran alegría...

- Pastor, me crié en reformatorios, seguí en los penales. Necesito estar allí. Pero quiero hacer las cosas bien. Puedo ir a mi casa, tomar el revólver? pero no lo quiero hacer? Puedo llevarme en dos minutos los autos que están aquí estacionados? pero no lo quiero hacer? No fue culpa de mis padres, sino culpa mía.

Es la otra realidad.

Compras, regalos, bebidas, comidas, delicadezas, panes dulces, luces y colores, dinero, mucho dinero...

Todavía recuerdo esa Nochebuena sentados en la vereda, con mi mamá y mi hermano, viendo las luces, colores y jolgorios de los otros? En casa, casa? bah, esa habitación pequeña en la cual vivíamos mi mamá, mi papá, mi hermano y yo, mientras íbamos al baño de la estación Marcos Paz y sacábamos el agua de la bomba de la estación? Sin panes dulces, sin gaseosa, sin regalos... Hoy hay demasiadas familias así? sin nada.

Dos frases, dos situaciones, dos realidades: Feliz Navidad, "Ma sí? voy a robar".

Dios nos ayude y nos ampare. Hay mucho trabajo por delante. Hemos asumido un compromiso social. La maduración de nuestra fe nos lleva a él. No se puede ser indiferente. No se puede tapar el sol con la palma de la mano.

Claman desde el silencio. Es el grito de Pablito, de Rodri, de los niños de mi barrio, con padres, hermanos, tíos o algún otro pariente preso, con una mamá o hermana ejerciendo la prostitución, con un hermano drogándose o un pariente vendiéndola, con su piel pegada a sus huesos; con el hambre, la pobreza y la necesidad instalados en sus entrañas... El feliz Navidad de quien tuvo para gastar es la contracara de quien con desesperación y bronca explota "Ma sí... voy a robar".

Luis Ángel Vélez, DNI 12.454.086

Barrio Don Orione, Claypole - Buenos Aires



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