Debido a que los adherentes a Servicios Instituto de Neuquén somos los que en cuotas por demás altas sostenemos un edificio, infinidad de ñoquis y gente que no sabe para qué está (salvo las honrosas excepciones), deseo que la comunidad analice mi caso. Una cirugía a mi señora que estaba programada no se realizó -salvo que se abonara, sin reintegro alguno- el pasado lunes 7 en el Policlínico Neuquén. Busqué entonces al joven Berenguer -a la sazón presidente del directorio del Instituto-, que por supuesto no estaba y nos derivaron a un profesional para que nos dejara contentos.

Pero allí surgieron algunas sorpresas: el intendente no hizo pagar las prestaciones convenidas y surgió una deuda superior a los 20 millones a SIN, una suma que vaya uno a saber a dónde fue a parar... Pero tampoco lo efectuó el organismo provincial que debe hacerlo por ley y presupuesto, con otra suma bastante superior que seguramente está en Rentas Generales para otra cantidad de sueldos ñoquis o planes para que sigan existiendo más de cuatro generaciones de jóvenes que no necesitan levantarse temprano para ir a trabajar y ganarse el sustento diario. O, en el peor de los casos, destinada a alguna obra que no se hará pero se paga. Y yo sigo abonando, como muchos otros, $ 450 mensuales para tener una prestación asistencial, que el ISSN no puede cumplir porque dice no tener fondos (pero empleados sí) y le debe varios meses al policlínico. Ahora si alguno de nosotros se atrasa porque nos pagaron tarde la magra jubilación, en menos de 6 horas se dispone la baja y para recuperarla hay 6 meses de carencia. ¿Conocen la ley del gallinero? En mi provincia es de uso diario. Las autoridades se siguen riendo de Juan Pueblo. Tenía esperanzas en Jorge y Ana, pero veo con estupor que pueden más los contagiosos K, los intereses personales, funcionarios y la gente, que se joda. Si pedimos una entrevista incluso para aportar ideas, tenemos que decir que somos Jesús (no Escobar) para que nos den bola. Soy la segunda generación de neuquinos, la de mis hijos la tercera y mis nietos, la cuarta. Lo único que nos da alguna esperanza es que pronto votaremos de nuevo y esperemos que Juan Pueblo de una vez por todas aprenda a hacerlo pensando en hombres probos.

Jorge Álvarez Funes, LE 7.562.586

Neuquén