En un reciente viaje a Bariloche y por un suceso particular averigüé algunas cosas asombrosas. Una de ella, y la causal de mi problema, fue el tránsito.

Lo que continúa es parte de lo que la gente, el ciudadano común, me comentó y que pude ver en carne propia:

1) La falta de control de vehículos pesados, cuyo desplazamiento por diagonal Capraro, Onelli y Elordi no se iba a permitir más una vez puesto en vigencia el funcionamiento de la Av. de Circunvalación, siendo permanente la circulación de éstos también por otras arterias. Circular por Onelli es crítico y riesgoso.

2) Falta de control de las unidades de transporte, frecuencias y estados de unidades, que hace que la gente permanentemente llegue tarde a cumplir con sus tareas laborales. No encontré nunca a un inspector municipal verificando frecuencias.

3) El régimen de estacionamiento en el área central es caótico, existiendo contradicción entre la señalización vertical y horizontal, cuando una debería ser el apoyo de la otra. Normalmente la vertical es la importante y la horizontal es complementaria.

4) La permisividad de ómnibus locales de gran porte y también de camiones a cualquier hora en área central, los cuales no tienen radio de giro adecuado, complica la circulación vehicular.

5) Falta de operativos de control del estado de vehículos en horarios diurnos: se observan vehículos aún con la patente vieja circulando por el centro, otros sin paragolpes, otros sin luces, etcétera. Cuando hacen los controles que pude ver, sólo revisan los manejados por mujeres y los autos nuevos. A las chatas no las controlan.

6) No existe una política ni régimen de circulación y estacionamiento para el área central; tampoco se evidencia la creación de nuevas playas de estacionamiento. Después de determinadas horas no existen los inspectores ni carteles con números telefónicos de a quién recurrir.

7) Se observa congestión permanente en arterias aledañas a escuelas. El Woodville genera colas de más de dos kilómetros tanto en Pioneros como en Bustillo a las 8 de la mañana, cuando la gente ingresa al trabajo. Falta cintura política y capacidad de gestión para que esos colegios y otros como el Capraro ingresen, por ejemplo, a las 7:30 para mejorar la circulación de dicha arteria. Ídem calle Gallardo.

8) Se requiere en forma urgente tomar medidas con acompañamiento de remodelación de intersecciones como: a) del km 1 y zona de clínicas; b) 12 de Octubre y Esandi, diagonal Capraro y Roque Sáenz Peña; c) ingreso a Bº las Victorias; d) Gallardo-Belgrano y 20 de Febrero- Güemes; e) Ruiz Moreno y Gallardo, Gallardo y Goedecke, Rolando y Gallardo. El caso del monolito de San Martín es el más claro. Todo el monolito sería una gran rotonda donde se regularía la velocidad y mejoraría el flujo, pero un tal "Pepe" se opone.

9) Desde tránsito se ha presentado un plano de accidentología, pero nada se dice sobre qué es lo que se va a hacer con ello. ¿Se introducirán mejoras? ¿Se analizarán los puntos para determinar técnicamente las causas de los accidentes?

10 ) ¿Existe algún plan para reducir la accidentología?

11) ¿Cómo es la relación del Área Tránsito con Viarse para mejorar la señalización reglamentaria, informativa y turística en la vías principales de acceso a la ciudad? La demarcación de calzada desde la Rotonda de Circunvalación Norte hacia la ciudad, inclusive hasta LLao Llao, es una verdadera vergüenza. Para un lugar donde las condiciones climáticas son muy rígidas, no pueden demarcarse las líneas de borde de los pavimentos con pintura en frío, debe ser obligatoriamente termoplástica y reflectiva. La ciudad también debe ser jerarquizada.

Por último les comento que esto lo consulté con muchas personas y todos me respondieron: "¿Lo conocés a ´Pe-pe´? Él es el dueño que sabe todo". No conozco a "Pepe".

Sergio Fretes Díaz, DNI 22.809.972 - Buenos Aires