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"Prejuicios sobre el conflicto con Uruguay"

Somos de Gualeguaychú. Hemos leído el editorial del 3/11/09 y no podemos dejar de expresar nuestro estupor ante la serie de prejuicios y errores que allí se exponen.

Para evitar cualquier equívoco, no adscribimos al gobierno actual. Pese a eso, señalar que resultan "verosímiles" las denuncias de Uruguay sobre las pruebas presentadas ante la CIJ constituye como mínimo un error.

El comentario que formulan peca de no saber diferenciar los matices. Borges, en su poema a Sara Bernardo, cuando la describe manifiesta que no le gustaba el "rojo elemental" sino el matiz. Indudablemente ese reproche cabe hacerle al autor del editorial.

Indudablemente ustedes ignoran que nuestro país vecino -más allá de lo cálido y entrañable que nos resulte- omitió deliberadamente todo el proceso de consulta e información previa que desde 1975 se fija en el Estatuto del río Uruguay. Y no sólo eso: cuando se constituyó el Grupo Técnico de Alto Nivel (GTAN) por acuerdo entre ambas cancillerías se sustrajo a proveer información y permitió unilateralmente la construcción de Botnia pese a que en el 2003 el pueblo de Gualeguaychú, con el intendente Martínez Garbino a la cabeza, había reclamado explicaciones (por ese entonces se construía Ence y en Botnia no se había puesto un solo ladrillo).

Con respecto al "daño sensible" -recaudo que prevé el Estatuto de 1975 para que opere la responsabilidad ambiental- ya se ha producido. Tanto la mancha emanada de Botnia en febrero del 2009 (en la cual se comprobaron celulosa y otros productos prohibidos en la Unión Europea) como las emanaciones de sulfídrico (lo que comúnmente se conoce como "huevo o repollo podrido") ya afectaron a gran parte de nuestra comunidad de 80.000 habitantes, inclusive al propio intendente municipal.

¿Cómo puede entonces parangonarse el Indec y su innegable tergiversación con el conflicto y las pruebas presentadas ante La Haya? Es confundir gordura con hinchazón, no saber separar los matices y preferir el rojo elemental, como decía Borges.

Es tan cierto que Uruguay es un país querible como que violó el Estatuto del río Uruguay. Es tan cierto que el gobierno de Kirchner tiene a Moreno como que Botnia no generó puestos de trabajo y cooptó al grueso de la dirigencia política uruguaya, así como también que Mujica debe ser un buen tipo. Es tan cierto que hay políticos coimeros como que el reclamo de la Asamblea de Gualeguaychú es legítimo.

¿Cuesta tanto escapar de esa lógica binaria del todo o nada?

Desde ya, nos gustaría poder brindarles información sobre este tema.

María José Piaggio, DNI 11.550.925

Luis Ernesto Leissa, DNI 11.772.617

mariajosepiaggio@arnet.com.ar

luisleissa@arnet.com.ar

Gualeguaychú



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