Como dice la canción, "No quiero estar sin ti, si tú no estás aquí me sobra el aire".

Naciste apenas un año atrás y desde entonces llenaste la casa de risas y ternura.

Revivo una y otra vez cada momento que pasamos juntos, con tu abu, tu papi y tus tíos. El vínculo que desarrollamos entre las dos es tan profundo... y es lógico, sos la prolongación de la sangre de mi hijo.

Durante nueve meses me desperté sólo para disfrutar de verte dormida y apretarte la mano para que supieras que tu abu te estaba cuidando, hasta que de un momento para otro vimos tu seguridad y bienestar en peligro, por lo que tu papá expuso tu caso a la Justicia de Familia de Neuquén y surgió de repente una sucesión de denuncias falsas, de calumnias e injurias, de fabulaciones, de maldad, el interés por una cuota alimentaria... y empezaste a ser objeto de negociaciones.

Pero los jueces de Familia, mi querida, no escuchan, no leen lo que presentamos, no contestan, no resuelven. No les importa si comiste, si estás limpia y abrigada, si estás en la calle todo el tiempo y con personas extrañas; no investigan, no llaman a los testigos... no les importás y niegan tus reiterados traumatismos y enfermedades recurrentes, tu eminente deterioro psicológico.

Hace más de tres meses que los expedientes están a despacho y no sabemos tu dirección. Hace dos meses que no te vemos y siete que imploramos que nos ayuden a cuidarte, porque del abandono, la violencia y el abuso no se vuelve, a la "Defensoría del Niño" al 102, a la Subsecretaría de los Derechos Humanos, a la Cámara Civil de Apelaciones, al Juzgado de Familia... pero sólo encontramos jueces cómplices de impedimento de contacto, no aplican las leyes (24270) y sostienen la monoparentalidad, la discriminación de género, la parcialidad... no cumplen con tus derechos.

A pesar de ellos sos nuestra luz, te amamos.

Micaela Campanella de González

DNI 11.123.456

Neuquén