Nos dirigimos a los responsables de tomar una decisión para exigirles, nuevamente, seguridad en el predio de la escuela donde se desarrollan las prácticas de Producción Animal. El sistema empleado no sirve, no es útil. Nuevamente hemos sido blanco fácil de daños producidos a los animales, perdiendo esta vez la primera producción de gansos que habíamos logrado.

Podemos señalar que para los profesores que trabajamos día a día sacando adelante las producciones es muy difícil ver a nuestros animales muertos, como también que sufran los que sobreviven.

En lo único que pensamos es en las personas que trabajan en el sistema educativo, en aquellos que podrían hacer algo y no lo hacen y que en una equivocada actitud llegan a semejante desprecio por la vida de un animal y por el futuro de una escuela agropecuaria, haciendo caso omiso a los recurrentes pedidos de la figura del casero o guardias de seguridad.

No pedimos que inventen nada nuevo, porque ya está: en todo lugar donde se tienen animales debe haber una persona en forma permanente que esté atenta a las necesidades de los mismos, sean éstas alimento, agua, accidentes, robos o ataques de perros, como ocurrió en este caso. Para vuestro conocimiento, los gansos antes de morir se han cansado de gritar porque es propio de la especie avisar cuando hay algún peligro y no hubo nadie para ayudarlos. Los animales no son un capricho de la escuela ni son parte de un zoológico, constituyen el material didáctico con que cuentan nuestros alumnos para realizar sus prácticas.

Pedimos que quien tenga la posibilidad de decidir, tome cartas en el asunto y solucione este problema o mejor dicho implemente de una vez por todas lo que sabemos que funcionaría, sin pensar con interés político y/o material.

Tenemos una escuela maravillosa que no merece vivir conflictuada como lo está y sin cuidar lo más preciado, que es la vida de cualquier ser vivo.

Profesores de Producción Animal

CET 14 Agroindustrial (ex CEM 108)

Allen