En muchísimas oportunidades he defendido públicamente el uso de la sirena como sistema de alarma para convocar a los bomberos voluntarios, no por capricho, sino avalado por mis más de veinte años de experiencia y por los setecientos cuerpos de Bomberos Voluntarios del país que utilizan este método, por rápido, económico y eficaz. Los pocos que estuvieron en contra de su uso fundamentaron su negativa en el ruido que produce, sin importarles las desgracias y/o emergencias que sufrían sus vecinos.

"La sirena de los bomberos ya es historia", tal el título aparecido en el "Río Negro" del 25/9/09, página 18, con fotografía del momento en que el jefe comunal de Roca desconectaba la sirena y daba paso al uso de los beepers, equipos que entre otros ciudadanos apasionan al ingeniero Abelardo Zilvestein, según sus argumentos ("Río Negro" 24/11/06, página 25). Pero resulta que lo que se inauguró con bombos y platillos, para satisfacer a algunos egocéntricos, en pocos días demostró ser totalmente ineficaz para un servicio que no admite demoras en su prestación (¿tanto les cuesta entender esto a los funcionarios?)

Pensé que la carta documento enviada por una vecina a los Bomberos Voluntarios de Plottier el 18/5/05, intimándolos para que en un plazo de siete días corridos hicieran cesar los toques de sirena era lo máximo, sin tener en cuenta que el proceder de los humanos siempre nos tiene preparadas sorpresas aún mayores, como las dos actas de infracción que el municipio de Roca labró a los Bomberos Voluntarios ("Río Negro" 6/10/09, página 30), por ruidos molestos e incumplir la ordenanza que prohíbe el uso de la sirena (¿no parece una joda para Tinelli?). La secretaria de Gobierno, Anahí Tappatá, aseveró que "la cuestión no es muy compleja", por lo que debe estar muy segura de no verse nunca involucrada en una emergencia.

El Canal 10 de Roca encontró el calificativo exacto para esta noticia "Cosa de locos". Esto ocurre porque a los que tienen el deber de legislar les encanta establecer prohibiciones, sin consultar con los que conocen el tema y sin importarles a quiénes pueden afectar; lo que les importa es quedar bien con caracterizados vecinos. Si el gol de Palermo a Vélez puede llegar al Libro de los Guinness, este accionar del municipio de Roca tiene asegurada la tapa. Pero no todo está perdido, como el ingeniero Zilvestein es acérrimo defensor de la electrónica y confeso enemigo de la sirena, seguramente hará valer sus conocimientos y los beepers funcionarán correctamente.

Alberto Lino Guajardo

DNI 7.567.367 - Regina