>
"Se encargan de la destrucción de nuestro patrimonio"

He leído el artículo de Ernesto Rivarola "El arte de destruir esculturas en Formosa". Me invade un sentimiento de profundo dolor al saber lo que pasa en esa hermosa provincia, una pandemia que ha invadido a nuestro país. Neuquén no escapa a esta situación, creo que la Argentina toda es objeto del insulto más agraviante a la esencia misma de su cultura y de su historia.

La destrucción de los monumentos es querer borrar de un plumazo el sacrificio de grandes artistas y el tributo a los que se inmortalizan en ellos, en reconocimiento a su paso por este mundo que, con seguridad, han entregado todo de sí y que por sus acciones han traspasado fronteras como nuestro general "El gran libertador", don José de San Martín.

Y aquellos personajes locales que se ganaron un lugar en el corazón de la ciudadanía, por trascender en sus actividades, por su gran carisma y buena gente, que de alguna manera se situaron en el pedestal de los elegidos.

Tuve la suerte de haber vivido en mi Formosa querida por más de 10 años y conocido a ese queridísimo personaje, "Baldomero", que transitaba las calles de la ciudad con su rueda (una llanta de bicicleta enganchada en un alambre) haciéndola rodar al compás de sus pasos. Recorrió por muchos años las calles pobladas con las más hermosas flores perfumadas que brotaban de aquellos árboles que distinguen a esa ciudad, chivatos y tantos otros, que invitan a los turistas a soñar de noche y de día con postales de singular belleza.

Con orgullo puedo decir que fui vecino del gran artista plástico Tinga Deolas, quien nos recibió en su casa en el año 97 cuando regresamos a visitar a los amigos. Compartimos una cena que preparó junto con su esposa, además de los sueños e historias de nuestros hijos que en mi residencia crecieron junto con los suyos en ese barrio querido San Miguel (ex chacra 8)

En otra oportunidad, a través de mi hijo Ángel Gabriel quien fue recibido como suyo en su casa luego de casi diez años de ausencia, me envió algunos trabajos, entre otros el mapa y escudo de Formosa hechos en madera y hueso, reafirmando el gran corazón de hombre de bien, ¡de ese gran artista formoseño! Están colgados en las paredes de mi casa y los muestro a todos los que nos visitan ¡con mucho orgullo!

En Neuquén, los concejales quieren implementar una norma para hacer un cerramiento al monumento al general José de San Martín, porque el costo que le demanda restaurar, pintar y dejar en condiciones nuestro monumento asciende a montos siderales. Cada manifestación es una excusa para destruir, dañar, maltratar todo lo público.

Las organizaciones gremiales, los partidos políticos y los vándalos que existen en nuestro país a lo largo y ancho se encargan de la destrucción de nuestro patrimonio, negando con ello la historia y el tributo a los hombres que han hecho grande esta nación.

Las leyes protegen los monumentos, son patrimonios de todos los argentinos.

El Estado debe resolver esta situación custodiando y aplicando las penas con rigurosidad. El tercer poder, la Justicia, tiene que aplicar la ley de una vez por todas, cumplir con su mandato, defender la propiedad de todos los argentinos. Esto es resguardar nuestra identidad local y nacional.

Desde mi provincia natal Neuquén, acompaño la preocupación de ciudadanos que se ocupan de investigar las desapariciones de bustos, monumentos y placas recordatorias de Formosa. Espero los imiten en todo el país, por el bien de nuestra identidad y de nuestra historia.

La anarquía sigue creciendo: el Estado mira para otro lado; los jueces, aggiornados y nuestros personajes y héroes, maltratados.

Por esto, por mis amigos, vecinos y ciudadanos, tengo este sentimiento de profundo dolor.

Miguel Ángel Henríquez, DNI 10.868.858

Neuquén



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí