Vivimos en un hermoso pueblo donde muchos dueños dejan a sus perros en la calle y no se hacen cargo. Algunos opinan que los dueños no tienen dinero para alimentarlos o que trabajan mucho tiempo en el día y no los pueden atender. En cuanto a ese aspecto, ésa no es excusa porque, por el contrario, pensamos que deberían llevarlos a una perrera, aunque habría que aceptar que no hay perrera en este lugar.

Por ese motivo este año nos ocurrió un hecho -mejor dicho, nos ocurrieron varios hechos- relacionado con este tema; esto sucedió en un pueblo cercano llamado Huinganco.

Una mañana me desperté y fui a abrir los postigos de mi habitación. Resulta que al salir afuera encontré en nuestro canasto de basura (mío y de mi familia) una bolsa rota con todos los desechos que contenía, en la tierra. Les avisé a mis padres y ellos tuvieron que limpiar el desastre. Ya sabíamos que había sido un perro porque en hechos similares que ocurrieron anteriormente había sido un mismo perro el que nos había roto la bolsa de basura. ¿Por qué se tienen que molestar mis padres en recoger la basura si el dueño tiene los mismos derechos y obligaciones que todos los pobladores de este pueblo y ni siquiera sabe dónde está ni qué está haciendo su perro?

Este hecho ocurrido en Huinganco (provincia del Neuquén) no es el único caso ni es el único perro sobre este hecho. Por lo expuesto, concluimos que las autoridades provinciales, los dueños o alguien con responsabilidad sobre los perros en las calles deberían hacer algo al respecto.

Facundo Yuffrida, DNI 40.910.216

Alejandro Moya, DNI 40.899.791

(Alumnos de la Escuela Nº 28 "Próspero Alemandri", a cargo de Eulalia Mamaní, docente de Lengua)

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