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"Ingenieros, necesitamos una nueva entidad"

En los albores de la constitución política de Río Negro como provincia, entre las leyes que se sancionaron en ese entonces se encontró la 442/65 que le dio vida al Consejo Profesional de Ingeniería Civil, Arquitectura y Agrimensura, una institución de derecho público con capacidad para actuar dentro del territorio provincial con la atribución y el deber fundamental de llevar el registro único y oficial de todos los profesionales incluidos en ella y la facultad de ejercer todas las acciones que correspondieren para su cumplimiento.

Tras nueve años de haber sido sancionada, un grupo de profesionales autoconvocados la rescató de su letargo y obtuvo su plena vigencia a través del decreto reglamentario 120/74. Así, pues, empezó su cometido la novel entidad, empadronando a los ingenieros de las distintas especialidades, a los arquitectos, a los agrimensores y a los técnicos. Se justificó este crisol de profesiones para poder lograr un número mínimo de matriculados a los efectos de costear su funcionamiento administrativo.

En 1987 los arquitectos decidieron separarse del consejo profesional y propiciaron y obtuvieron su propia colegiación. Se empezaba a hacer realidad lo que ya daba por descontado que sucedería el propio consejo cuando preanunciaba en su estatuto que, "de conformidad a las peculiaridades propias de la institución, que nuclea a diferentes ramas técnicas afines, es de presumir que en el futuro y a medida que crezca la institución se produzcan desmembramientos por ramas de actividad profesional".

Después de 44 años de vida, nos encontramos hoy ante una situación preocupante en cuanto al control matricular. El aumento vertiginoso del número de profesionales incluidos en el espectro de su incumbencia, tanto en la actividad privada como en la función pública municipal, provincial y nacional, que incumplen la ley de matriculación, que faculta la actividad legalmente ejercida dentro del territorio de Río Negro, desjerarquiza el legal y justo ejercicio de esta profesión.

Esto se debe sin duda al amesetamiento de la función del consejo como entidad de policía: ha desistido en los hechos de la facultad única y fundamental delegada por el Estado provincial.

Creo que el consejo ha cumplido su etapa y los ingenieros necesitamos una nueva entidad, con mayor amplitud funcional y vitalidad; una institución que logre recuperar el control matricular, que genere un sistema administrativo equitativo, informativo y operativo de acuerdo con las nuevas tecnologías; que se erija en una entidad que defienda los intereses de sus integrantes y que estimule el nivel profesional. Trátase de la concreción de un importante y ambicioso objetivo, la colegiatura de los profesionales ingenieros de la provincia de Río Negro.

En base a un anteproyecto consensuado que seguramente surgirá en los próximos meses analizarán y decidirán nuestros legisladores. La prestancia en su sanción redundará no solamente en beneficio de todos los ingenieros sino también de toda la comunidad rionegrina.

NB: hoy gran parte de los agrimensores se encuentra propiciando su propia colegiatura independiente.

Ing. civil Mario Carosanti

(Primer secretario del Consejo Profesional de Ingeniería Civil, Arquitectura y Agrimensura de la Provincia de Río Negro)

LE 7.871.420

Roca



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