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"Iluso de mí, pensé que la justicia existía" | ||
La peor noticia: el 8 de diciembre del 2002 a mi hermano Armando y un amigo, en el km 53.800 de la Ruta 151, los chocó un auto Peugeot 505 que, según testigos, circulaba sin luces a las 22:30 aproximadamente. Mi hermano murió y quedó tendido a 15 metros del impacto con su moto al lado y Pablo, quien iba con él, 15 metros adelante también muerto, sobre el mismo carril. Llevaba consigo su seguro, su carné, su casco, todo en regla. La jueza le dictó libre de culpa y cargo a quien conducía el auto que, según el peritaje, no estaba apto para circular. Nunca quise hacerle juicio simplemente porque, iluso de mí, pensé que la justicia existía, pero grande fue mi decepción cuando me enteré de que para dictar la sentencia no leen, porque lo que digo está en el expediente. La impotencia que se siente no puedo describirla, es una sensación de total falta de justicia. Pregunto: los peritajes de la policía ¿son de adorno? Las declaraciones de algunos testigos que pasaban por ahí ¿no tienen ninguna validez? De última, quitarle el carné, tirarle las orejas o retarlo, pero dijo no... libre de culpa y cargo. Claro, los muertos tuvieron la culpa y no hablan, y en ese juzgado -el 6 de Roca- no hay fiscal que acuse, ni nada. Ojalá que a nadie le pase lo mismo con algún familiar querido que tenga la mala suerte que espere justicia en ese juzgado, porque seguro sale por la puerta que entró. Otro capítulo aparte son los abogados querellantes, que en el caso mío son tan culpables como ese juzgado, por la falta de seguimiento de la causa; nunca nos avisaron. Hubo muchas desprolijidades, como cuando fui el expediente se les había perdido, no sabían dónde estaba. Les dije quién lo tenía durmiendo en su escritorio por años, y uno confía en la Justicia. ¡Así se hacen las sentencias, es una vergüenza! Es más, la moto la liberaron el 28/8/2009, según ellos con oficio 3.584/09 enviado a la Policía 9na. de Catriel. Ahora, qué tiene que ver esta localidad si el rodado estaba en la caminera de Barda del Medio; encima tampoco les llegó la comunicación a ellos... así estamos. Ésa es la gran justicia para mi hermano Armando, de 28 años, y Pablo, de 33, quienes no pudieron declarar ni leer el expediente porque estaban muertos. A quienes dan justicia (entre comillas) espero que les dé vergüenza al menos y que nunca les pase esto porque entenderán lo que siento en este momento. Para mí no merecen estar en ese lugar, del cual la ciudadanía sólo espera justicia, y ustedes están muy lejos de eso. Humberto Jeldres, DNI 18.754.599 Neuquén |
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