Manifiesto mi crítica y expreso mi experiencia vivida en relación con lo que expongo como título.

El 26 de diciembre de 2008 ingresé, con una cardiopatía severa, a la Unidad Coronaria del Policlínico Neuquén, luego de ser derivada por el Hospital Natalio Burd de Centenario.

La asistencia que recibí por el personal profesional médico y cooperadores ha sido, a mi entender, de una excelencia total.

Esto se debe al alto grado de profesionalidad, responsabilidad y humanismo con que están formados estos actores de la salud.

Esto que destaco sobre los profesionales también va acompañado por el tecnicismo de alta complejidad con que está equipado, como así también su estructura edilicia.

Todo funciona acorde para brindar a los ciudadanos del Neuquén una atención total y, creo, bien merecida.

Pero este servicio no es, por el momento, prestador del ISSN, por lo tanto toda la asistencia que allí se realiza a los afiliados no es reconocida en sus gastos por la obra social.

Por todo lo expuesto, la Unidad Coronaria del Policlínico Neuquén debe estar habilitada para los afiliados, porque, de no ser así, el Estado provincial estaría mercantilizando y llevando a la concentración la atención de un aspecto de la salud que estadísticamente muestra la mayor cantidad de muertes al año en nuestro país.

Gladys Pamich

LC 5.208.711

Centenario