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"Una Sinfónica de calidad, pero difícil de sostener"

La flamante Universidad Nacional de Río Negro acaba de presentar su nueva Sinfónica Patagonia, en cuatro conciertos que se realizaron en General Roca, Cipolletti y Villa Regina. Las presentaciones tuvieron una calidad artística superior a lo que era dable esperar dadas las circunstancias y una entusiasta respuesta del público. Es que la difusión de la música clásica languidece en la Argentina desde hace años y la creación de un nuevo organismo orquestal de magnitud es un acontecimiento verdaderamente excepcional. Los melómanos no podemos menos que regocijarnos con la perspectiva.

Lamentablemente, el plan me parece difícil de sostener en el tiempo. Organizar una orquesta sinfónica es siempre un proyecto difícil y costoso. El conjunto presentado está integrado por 16 miembros de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, que ocupan los primeros atriles de cada instrumento, y unos 40 músicos jóvenes de Río Negro, Neuquén y Bahía Blanca. Parece casi inverosímil la existencia de una orquesta compuesta por una mayoría de jóvenes, no importa su talento, que viven a centenares de kilómetros entre ellos, guiados por profesionales que se encuentran a más de mil kilómetros y con un director que vive en Suiza y que, prácticamente, ha desarrollado toda su carrera en Europa.

Agreguemos que la Universidad carece de una Escuela de Música que forme a futuros integrantes, por lo que la existencia de una orquesta en su organigrama resulta sorprendente, y que, entre el público asistente, observé la presencia de profesores locales de probada capacidad y experiencia que, aparentemente, no fueron convocados.

Creo que, con una inversión menor, se podría tener un conjunto de similar calidad, integrado por elementos regionales que trabajen con continuidad a lo largo del año y dirigido por un maestro que se establezca en la zona, al que debería asegurársele las mejores condiciones de trabajo posibles. En poco tiempo, los resultados serían mucho más positivos y duraderos que en una actividad apenas esporádica a lo largo del año.

Si viviéramos en un país racional, lo ideal sería que la Universidad firmara un convenio con la Sinfónica de Neuquén, para integrar un único organismo que disponga de los medios humanos y económicos que permitan contar con un conjunto completo de gran nivel en las dos provincias. No olvidemos que la agrupación neuquina apenas tiene la mitad de los integrantes de una orquesta normal y actúa en salas bastantes precarias.

Martín Luis Caimari

DNI 4.835.684

Roca



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