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"Museos para todos" "Al Claudio"

No queremos dejar pasar la oportunidad de dar respuesta a la carta de lectores publicada por ese diario el 13 de octubre del corriente año de la docente de plástica Ayelén Brion, quien se desempeña en la Escuela 347 de Neuquén capital.

Al respecto queremos destacar que el grupo en cuestión vino al MNBA Neuquén a realizar una visita guiada y fueron atendidos por la licenciada en Historia del Arte Estefanía Petersen -que se desempeña como guía de sala- y por diferentes asistentes, entre los que se encontraba la Sra. María Teresa Vargas, quien cumple tal función desde hace más de cinco años. Ambas se hallaron frente a la difícil situación de guiar y acompañar a un grupo de estudiantes que estaban muy dispersos, probablemente muy cansados, que se desplazaban por la sala sin respetar las mínimas condiciones de seguridad y se empujaban entre sí. En estas circunstancias se les llamó la atención a los chicos en reiteradas oportunidades, sin lograr que los mismos cambiaran esa conducta. La docente que acompañaba el grupo tomó la equivocada decisión de retirarse del museo, lejos de intentar contener a los chicos y asumir el control de ellos. Cuando se retiraban, otras dos docentes que los acompañaban pidieron disculpas, lamentando el comportamiento que habían tenido los estudiantes.

Con los mismos fundamentos con los que se respondió a la docente Ayelén Brion -que presentó una queja al museo por correo electrónico- queremos manifestar públicamente que estamos empeñados en promover que las visitas a los museos sean de naturaleza educativa, no sólo en cuanto a la plástica o los valores estéticos, sino también en cuanto a los contextos socioculturales en los cuales se desarrollan las obras y en la importancia de la conservación del patrimonio cultural. Es por ello que se solicita sean respetadas las consignas de comportamiento que se informan antes de ingresar a la sala. Cabe mencionar que estas normas, lejos de limitar la experiencia, tienden a favorecer la contemplación y la concentración por parte de los visitantes, evitando la intervención de otros estímulos (visuales, sonoros, etc.). Además, es importante resaltar que este edificio alberga una valiosa colección de obras que son patrimonio nacional, motivo por el cual se presta especial atención a las pautas de seguridad en el interior del edificio como medida de resguardo.

Respaldamos el accionar de todas las personas mencionadas en la carta: Guillermo, Emilio, Estefanía y Marité, quienes cumplieron satisfactoriamente su función y queremos destacar que en los museos y salas dependientes de esta Secretaría de Cultura: Sala de Arte Emilio Saraco, Museo Dr. Gregorio Álvarez, Museo de la Ciudad Paraje Confluencia y Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén, se da la misma atención a las personas sin distinción de raza, color, sexo, edad, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, condición sanitaria o de cualquier otra. Trabajamos empeñados en consolidar una política cultural que, siendo una política de Estado, nos incluya a todos, sin excepción. Por esto el ingreso es libre y gratuito en todas las actividades organizadas por esta Secretaría de Cultura.

Lamentamos profundamente que la docente se haya retirado sin haberse dirigido a la dirección de este Museo para plantear su inquietud y nos abstenemos de interpretar el pensamiento sobre los enfermos de lepra que expresó en la mencionada carta de lectores.

Invitamos a los docentes de todos los niveles a visitar los museos y salas con sus grupos de alumnos y recordarles que pueden hacerlo planteando un recorrido orientado por ellos mismos o, si lo prefieren, con una visita guiada brindada desde la institución.

Oscar Smoljan, secretario de Cultura

Municipalidad de Neuquén y director

Museo Nacional de Bellas Artes

Neuquén

El martes 13/10 planificaba como iba a amortiguar el triunfo de Independiente sobre River, a pesar de que soy fana de Boca. El motivo de mi proceder tenía un justificativo y era, nada más y nada menos, el encuentro con "el Claudio" o "el Gallego" (fanático de los "Diablos Rojos"). Pensaba y pensaba, tenía que minimizar el triunfo con alguna picardía para que no se agrandara demasiado y, sobre todo, porque se colocaban segundos en la tabla.

El encuentro se podía llegar a dar tanto en el bar Capuccino por la mañana o a más tardar en la oficina, pero el Diablo, el de verdad, metió la cola y resulta que esto nunca se llevó a cabo, porque alguien faltó a la cita: el Claudio.

Al enterarme del motivo de la inasistencia me dio rabia, impotencia y me invadió una profunda tristeza, ya que a lo largo de varios años aprendí a querer y respetar "al Claudio".

Me acometía a los gritos en el café, en la cola del Banco Nación o donde fuere y la gente que no lo conocía me miraba para ver la reacción. Yo le respondía y terminábamos hablando de cualquier otra cosa.

No éramos amigos, sí compañeros de trabajo, y nos cargábamos mutua y sanamente sobre los triunfos y derrotas de nuestros equipos y, sobre todo, porque era anti-Boca a muerte. Me destrozaba con Riquelme y Palermo, pero al final se subía a su camioneta y vaya a saber qué compra iba a realizar.

Sí, faltó a la cita porque seguramente se fue a festejar ese triunfo con "ángeles disfrazados de diablos rojos", rojos como el color de la camiseta de sus amores: Independiente de América.

Siento que tal vez quedé en deuda con "el Claudio". Me faltó ser? amigo.

Héctor Raúl Di Carli, LE 8.311.361

Cipolletti



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