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"Rescatar la dignidad nacional"

Acabamos de ser sorprendidos por un nuevo embargo de los bonistas y fondos buitres contra nuestro país, ya no sobre los fondos fiduciarios en Nueva York, las cuentas en la embajada argentina en París -que después de seis meses acaban de ser levantadas por las intensas gestiones de la Cancillería coordinadas por el procurador del Tesoro de la Nación- ni los aviones de Aerolíneas: esta vez sobre fósiles de dinosaurios que existieron hace 235 millones de años que integran una exposición en Alemania con parte de colecciones pertenecientes a los museos de Ciencias Naturales de La Plata, de El Chocón, de Trelew, de San Juan, de Plaza Huincul y de Río Negro.

Es hora de que el mundo conozca la mala praxis del FMI como auditor de la Argentina, poniendo en evidencia que no fue capaz de denunciar los índices de liquidez y solvencia que surgían de los balances, incompatibles para un sujeto de crédito, y que al emitir su famosa "luz verde" teniendo perfecto conocimiento de lo que estaba sucediendo hizo que bancos y brokers colocaran bonos, perjudicando por un lado a inversores de buena fe y por otro agravando la situación que llevó a la debacle de fines del 2001.

Recordemos que unas semanas antes de ser designado director gerente del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn estuvo en Buenos Aires y se entrevistó con las máximas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional y del Banco Central. Entonces manifestó que "en la Argentina hay muchas personas que consideran que el FMI es el diablo, y tienen buenas razones para pensar así" y afirmó que "la intervención que ha tenido el FMI en los temas particulares de la República Argentina fue catastrófica y dejó consecuencias terroríficas sobre la vida de millones de personas", lo que motivó el artículo "FMI: a confesión de parte...", que escribimos con el embajador Miguel Ángel Espeche ("La Nación" 5/11/07).

Nuestro país no es el único responsable de lo sucedido. Los bonos no se compraron en las embajadas argentinas sino a brokers o entidades financieras que con anuencia del FMI como auditor prometían rendimientos cuatro o cinco veces superiores a los que se pagaban en el mundo, percibiendo una prima compensatoria por el riesgo moral (moral hazard) que podríamos resumir en: quien cobró una prima de riesgo tiene que hacerse cargo del siniestro o bien reclamar a quienes le recomendaron la compra.

Es hora de que el país plantee su defensa en base a las normas generales del derecho mostrando la inconstitucionalidad de los contratos que acordaron la extensión de la jurisdicción a tribunales en el exterior, pero fundamentalmente que no se pretende un quita por insolvencia sino pagar el 100% de la deuda debidamente verificada, rechazando la deuda odiosa resultante de ese análisis.

Dentro de esta idea se encuentra la propuesta elevada a la presidenta de la Nación basada en la jurisprudencia norteamericana acerca de no pagar y revisar la deuda tomada por gobiernos de facto, lo cual convertiría sin ninguna discusión a nuestro país en acreedor y no deudor y cambiaría la situación interna de nuestro país sobre todo para el próximo año, en que nos reclamarán importantes acreencias no verificadas ni autorizadas por el Congreso nacional, uno que tiene esa facultad.

Ing. Moisés Resnick Brenner

Presidente de la Comisión de Economía del Centro Argentino de Ingenieros - Buenos Aires



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